Y tras de ellos se fue a Jerusalén gente de todas las tribus de Israel que hab an decidido en su corazón buscar a Yahveh, Dios de Israel, para poder ofrecer sacrificios a Yahveh, el Dios de sus padres.
2 Crónicas 20:3 - Biblia Castilian 2003 Josafat se atemorizó y decidió buscar a Yahveh, por lo que promulgó un ayuno para todo Judá. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Entonces él tuvo temor; y Josafat humilló su rostro para consultar a Jehová, e hizo pregonar ayuno a todo Judá. Biblia Nueva Traducción Viviente Josafat quedó aterrado con la noticia y le suplicó al Señor que lo guiara. También ordenó a todos en Judá que ayunaran. Biblia Católica (Latinoamericana) Josafat tuvo miedo y consultó a Yavé, ordenando un ayuno a todo Judá. La Biblia Textual 3a Edicion Y Josafat tuvo temor y dispuso su rostro para buscar a YHVH, y proclamó un ayuno en todo Judá. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Josafat se atemorizó y decidió buscar a Yahveh, por lo que promulgó un ayuno para todo Judá. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Josafat tuvo temor; y puso su rostro para consultar a Jehová, e hizo pregonar ayuno a todo Judá. |
Y tras de ellos se fue a Jerusalén gente de todas las tribus de Israel que hab an decidido en su corazón buscar a Yahveh, Dios de Israel, para poder ofrecer sacrificios a Yahveh, el Dios de sus padres.
Con todo, se han hallado en ti cosas buenas, pues hiciste desaparecer del pa s las aserás y dispusiste tu corazón para buscar a Dios'.
como yo vea que mi pueblo, sobre el que es invocado mi nombre, se humilla y ora, busca mi faz y se aparta de sus malos caminos, yo lo escucharé desde el cielo, perdonaré sus pecados y traeré la salud a su tierra.
El d a veinticuatro de aquel mismo mes se reunieron los israelitas para un ayuno, vestidos de saco y cubiertos de polvo.
'Ve y reúne a todos los jud os que se encuentran en Susa y ayunad por m. No comáis ni bebáis durante tres d as, ni de d a ni de noche. También yo y mis doncellas ayunaremos. Y as, aun en contra de la ley, me presentaré al rey. Si tengo que morir, moriré'.
Ahora bien, el a o quinto de Joaqu n, hijo de Jos as, rey de Judá, en el noveno mes, se hab a proclamado un ayuno ante Yahveh para todo el pueblo de Jerusalén y para toda la gente que hab a venido a Jerusalén de las ciudades de Judá.
Volv mi rostro al Se or para dirigirle oraciones y súplicas, en ayuno, saco y ceniza.
Promulgad un ayuno, convocad una asamblea reunid a los ancianos, a todos los habitantes del pa s, en la casa de Yahveh, vuestro Dios, y clamad a Yahveh.
Aquellos hombres sintieron gran temor de Yahveh, le ofrecieron un sacrificio y le hicieron votos.
No tengáis miedo a los que matan el cuerpo; que al alma no pueden matarla. Temed más bien a quien tiene poder para hacer que perezcan cuerpo y alma en la gehenna.
Subieron entonces todos los israelitas, todo el pueblo, a Betel a lamentarse; y permanecieron all en presencia de Yahveh, ayunaron aquel d a hasta el atardecer y ofrecieron holocaustos y sacrificios de comunión ante Yahveh.
Congregáronse, pues, en Mispá y sacaron agua, que derramaron delante de Yahveh; ayunaron aquel d a y dijeron: 'Hemos pecado contra Yahveh'. Y Samuel administró justicia a los israelitas en Mispá.