'Pactemos una alianza entre tú y yo, como la hubo entre mi padre y el tuyo. Ah te mando un regalo de plata y de oro. Anda, rompe tu alianza con Basá, rey de Israel, para que se aleje de m '.
2 Crónicas 16:7 - Biblia Castilian 2003 En aquel tiempo, Janan, el vidente se presentó a Asá, rey de Judá, y le dijo: 'Por haberte apoyado en el rey de Aram y no haberte apoyado en Yahveh, tu Dios, se ha escapado de tus manos el ejército del rey de Aram. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 En aquel tiempo vino el vidente Hanani a Asa rey de Judá, y le dijo: Por cuanto te has apoyado en el rey de Siria, y no te apoyaste en Jehová tu Dios, por eso el ejército del rey de Siria ha escapado de tus manos. Biblia Nueva Traducción Viviente En ese tiempo, Hananí el vidente fue a ver al rey Asa y le dijo: «Por cuanto pusiste tu confianza en el rey de Aram en lugar de confiar en el Señor tu Dios, perdiste la oportunidad de destruir al ejército del rey de Aram. Biblia Católica (Latinoamericana) En aquel tiempo el vidente Janani fue donde Asá, rey de Judá, y le dijo: 'Porque te has apoyado en el rey de Aram y no en Yavé, tu Dios, por eso se ha escapado de tu mano el ejército del rey de Aram. La Biblia Textual 3a Edicion En aquel tiempo el vidente Hanani fue a Asa, rey de Judá, y le dijo: Por cuanto te has apoyado en el rey de Siria, y no te has apoyado en YHVH tu Dios, por eso el ejército del rey de Siria escapó de tu mano. Biblia Serafín de Ausejo 1975 En aquel tiempo, Jananí, el vidente se presentó a Asá, rey de Judá, y le dijo: 'Por haberte apoyado en el rey de Aram y no haberte apoyado en Yahveh, tu Dios, se ha escapado de tus manos el ejército del rey de Aram. Biblia Reina Valera Gómez (2023) En aquel tiempo el vidente Hanani vino a Asa, rey de Judá, y le dijo: Por cuanto te has apoyado en el rey de Siria, y no te apoyaste en Jehová tu Dios, por eso el ejército del rey de Siria ha escapado de tus manos. |
'Pactemos una alianza entre tú y yo, como la hubo entre mi padre y el tuyo. Ah te mando un regalo de plata y de oro. Anda, rompe tu alianza con Basá, rey de Israel, para que se aleje de m '.
Le fue dirigida la palabra de Yahveh a Jehú, hijo de Janan, contra Basá, diciéndole:
Yahveh hab a hablado, por medio de Jehú, hijo de Janan, contra Basá y contra su casa no sólo por todo el mal que hizo ante los ojos de Yahveh y por haberle provocado la ira con su conducta, al igual que la casa de Jeroboán, sino también por haber exterminado la casa de Jeroboán.
Puso su confianza en Yahveh, Dios de Israel, en tal grado que ni después ni antes hubo semejante a él entre todos los reyes de Judá.
Dios los ayudó contra ellos, y los agarenos y todos los que con ellos estaban cayeron en sus manos; pues clamaron a Dios durante la batalla, y él los escuchó, porque hab an confiado en él.
As fueron humillados los israelitas en aquella ocasión, mientras que los hijos de Judá prevalecieron, porque se hab an apoyado en Yahveh, Dios de sus padres.
Yahveh derrotó a los et opes ante Asá y ante Judá, y los et opes emprendieron la huida.
Convocó entonces el rey Asá a todos los de Judá sin excepción, se llevaron de Ramá las piedras y las maderas con que Basá la estaba fortificando y el rey Asá fortificó con ellas Gueba y Mispá.
Le salió al encuentro Jehú, hijo de Janan, el vidente, y dijo al rey Josafat: '¿Por qué tienes tú que prestar ayuda al imp o y amar a los que odian a Yahveh? Por eso viene sobre ti la cólera de Yahveh.
Siguió en todo la conducta de su padre Asá, sin apartarse de ella y haciendo lo que es recto a los ojos de Yahveh.
Los demás hechos de Josafat, desde los primeros a los últimos, están consignados en los relatos de Jehú, hijo de Janan, que están insertos en el libro de los reyes de Israel.
Aunque los hombres que vinieron con el ejército de Aram eran pocos, Yahveh entregó en sus manos a un ejército mucho mayor, porque hab an abandonado a Yahveh, Dios de sus padres; y as hicieron justicia con Joás.
¡Ay de los que bajan a Egipto por ayuda y buscan apoyo en su caballer a! Conf an en los carros, que son muchos; en los jinetes, que son muy numerosos, y no miran al Santo de Israel, a Yahveh no consultan.
Será cada uno como abrigo contra el viento, como refugio contra el temporal, como arroyos de agua en erial, como sombra de roca maciza en tierra agostada.
El profeta Isa as se presentó ante el rey Ezequ as y le preguntó: '¿Qué han dicho esos hombres y de dónde han venido a ti?'. Respondió Ezequ as: 'Han venido de una tierra lejana, de Babilonia'.