Joab y su ejército avanzaron para combatir a los arameos, quienes emprendieron la huida ante ellos.
2 Crónicas 13:5 - Biblia Castilian 2003 ¿No sabéis que Yahveh, Dios de Israel, dio para siempre el reino de Israel a David, a él y a sus hijos, con un pacto de sal? Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 ¿No sabéis vosotros que Jehová Dios de Israel dio el reino a David sobre Israel para siempre, a él y a sus hijos, bajo pacto de sal? Biblia Nueva Traducción Viviente ¿No se dan cuenta de que el Señor, Dios de Israel, hizo un pacto duradero con David, y les dio a él y a sus descendientes el trono de Israel para siempre? Biblia Católica (Latinoamericana) ¿Acaso no saben que Yavé, el Dios de Israel, dio el reino de Israel para siempre a David, a él y a sus hijos, comprometiéndose para siempre? La Biblia Textual 3a Edicion ¿No sabéis que YHVH, el Dios de Israel, dio a David el reino sobre Israel para siempre, a él y a sus hijos por pacto de sal?° Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¿No sabéis que Yahveh, Dios de Israel, dio para siempre el reino de Israel a David, a él y a sus hijos, con un pacto de sal? Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¿No sabéis vosotros, que Jehová, el Dios de Israel, dio el reino a David sobre Israel para siempre, a él y a sus hijos mediante pacto de sal? |
Joab y su ejército avanzaron para combatir a los arameos, quienes emprendieron la huida ante ellos.
Yahveh ha mantenido la palabra que dio, pues yo he sucedido a mi padre David, me he sentado en el trono de Israel, como hab a prometido Yahveh, y he edificado un templo al nombre de Yahveh, Dios de Israel.
Y cuando se cumplan tus d as y vayas a descansar con tus padres, yo suscitaré después de ti un linaje salido de tus entra as y consolidaré su reino.
Lo estableceré para siempre en mi casa y en mi reino, y su trono quedará consolidado para siempre''.
Ahora, pues, oh Yahveh, Dios de Israel, mantén igualmente lo que prometiste a tu siervo David, mi padre, cuando le dijiste: 'Nunca faltará en mi presencia un descendiente tuyo que se siente en el trono de Israel, con tal de que tus hijos sigan su debido camino y anden conforme a mi ley, tal y como has andado tú'.
Y a ad: 'No está bien lo que hacéis. ¿No deber ais caminar en el temor de nuestro Dios, para evitar los insultos de nuestros enemigos los gentiles?
tanto más cierto es que no rechazaré la descendencia de Jacob y de mi siervo David, ni dejaré de tomar de entre sus descendientes gobernantes para la estirpe de Abrahán, de Isaac y de Jacob, pues voy a cambiar su suerte y tendré compasión de ellos'.
Los presentarás ante Yahveh, para que los sacerdotes les echen sal y los ofrezcan como holocausto a Yahveh.
¡Oh rey!, el Dios Alt simo dio a Nabucodonosor, tu padre, el reino, la grandeza, la gloria y la majestad.
Sazonarás con sal cualquier oblación que ofrezcas y no tolerarás que a tu oblación le falte la sal de la alianza de tu Dios: en todas tus ofrendas ofrecerás sal.
Todo lo que de las cosas santas se pone aparte, y que los israelitas reservan para Yahveh, te lo entrego a ti, a tus hijos y a tus hijas por ley perpetua. Éste es un pacto perpetuo de sal ante Yahveh, para ti y tu descendencia'.
Al afirmar esto, ignoran deliberadamente que en otro tiempo hubo cielo y hubo tierra salida del agua que, en virtud de la palabra de Dios, tomó consistencia en medio del agua.
Yahveh dijo a Samuel: '¿Hasta cuándo vas a estar lamentándote por Saúl, una vez que yo lo he rechazado para que no sea rey de Israel? Llena tu cuerno de aceite y vete adonde te env o, a la casa de Jesé, de Belén, porque he visto entre sus hijos un rey para m '.
Mandó, pues, que lo trajeran. Era rubio, de bellos ojos y de buena presencia. Dijo entonces Yahveh: 'Levántate y úngelo, pues ése es'.