Por haberse humillado, se apartó de él la cólera de Yahveh y no lo destruyó totalmente, pues aún hab a en Judá algunas cosas buenas.
2 Crónicas 12:6 - Biblia Castilian 2003 Entonces se humillaron los jefes de Israel y el rey, y exclamaron: '¡Justo es Yahveh!'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y los príncipes de Israel y el rey se humillaron, y dijeron: Justo es Jehová. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces los líderes de Israel y el rey se humillaron y dijeron: —¡El Señor es justo al hacer esto con nosotros! Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces los jefes de Israel y el rey se humillaron y dijeron: '¡Yavé es justo!' La Biblia Textual 3a Edicion Pero los príncipes de Israel y el rey se humillaron y dijeron: Justo es YHVH. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entonces se humillaron los jefes de Israel y el rey, y exclamaron: '¡Justo es Yahveh!'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y los príncipes de Israel y el rey se humillaron, y dijeron: Justo es Jehová. |
Por haberse humillado, se apartó de él la cólera de Yahveh y no lo destruyó totalmente, pues aún hab a en Judá algunas cosas buenas.
Ten a éste varios hermanos, hijos de Josafat: Azar as, Yejiel, Zacar as, Azar as, Miguel y Sefat as. Todos ellos eran hijos de Josafat, rey de Judá.
Pero Ezequ as se humilló por haberse dejado dominar por la soberbia, y con él los habitantes de Jerusalén. Por eso no vino sobre ellos la cólera de Yahveh en los d as de Ezequ as.
Al verse en tales angustias, trató de aplacar a Yahveh, su Dios, y se humilló profundamente en presencia del Dios de sus padres.
Su oración, y cómo fue atendido, todos sus pecados y prevaricaciones, los sitios en que construyó los lugares altos y colocó las aserás y los dolos, antes de haberse humillado, están consignados en los relatos de los videntes.
Pero no se humilló ante Yahveh, como se hab a humillado su padre Manasés, sino que Amón cometió pecados aún mayores.
lo repite a la gente diciendo: 'Hab a pecado y violado la justicia, pero él no me pagó según mi falta;
Moisés y Aarón fueron al Faraón y le dijeron: 'As habla Yahveh, Dios de los hebreos: '¿Hasta cuándo te negarás a humillarte ante m ? Deja ir a mi pueblo para que me rinda culto.'
El Faraón mandó llamar a Moisés y a Aarón y les dijo: 'Esta vez he pecado. Yahveh es justo; yo y mi pueblo somos culpables.
Di al rey y a la reina madre: Sentaos más abajo, porque cayó de vuestra cabeza vuestra gloriosa corona.
Hasta el d a de hoy no se han arrepentido ni han temido ni han caminado según mi ley y mis normas, las que puse delante de vosotros y delante de vuestros padres'.
Justo es Yahveh, Sade pues he sido rebelde a su palabra. O d, pueblos todos, ved mi dolor: mis doncellas y mis jóvenes han ido al cautiverio.
Pero tú, Baltasar, hijo suyo, no has humillado tu corazón a pesar de que sab as todo esto.
Yahveh estuvo pendiente de esta calamidad y la volcó sobre nosotros, porque Yahveh, nuestro Dios, es justo en todas las obras que hace, pero nosotros no escuchamos su voz'.
Voy a volverme a mi lugar, hasta que exp en su culpa y busquen mi rostro; en su angustia me buscarán ansiosamente.
Os digo que éste descendió a su casa justificado, y aquél no; porque todo el que se ensalza será humillado, pero el que se humilla será ensalzado'.
No reconocen que la justicia viene de Dios y procuran establecer la suya propia, de modo que no se han sometido a esa justicia de Dios.
Pero él da una gracia mayor. Por eso dice: Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes.
Exclamó entonces Adoni Bézec: 'Setenta reyes, a quienes se les amputaron los pulgares de manos y pies, recog an migajas bajo mi mesa. Dios me paga mi merecido'. Le llevaron a Jerusalén y all murió.