'Tu padre nos puso un yugo muy pesado. Aligera tú ahora la dura servidumbre impuesta por tu padre y el pesado yugo que puso sobre nosotros y te serviremos'.
2 Crónicas 10:4 - Biblia Castilian 2003 'Tu padre nos puso un yugo muy pesado. Alivia tú ahora la dura servidumbre impuesta por tu padre y el pesado yugo que puso sobre nosotros y te serviremos'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Tu padre agravó nuestro yugo; ahora alivia algo de la dura servidumbre y del pesado yugo con que tu padre nos apremió, y te serviremos. Biblia Nueva Traducción Viviente —Su padre fue un amo muy duro —le dijeron—. Alivie los trabajos tan pesados y los impuestos tan altos que su padre impuso sobre nosotros. Entonces seremos sus leales súbditos. Biblia Católica (Latinoamericana) Tu padre ha hecho pesado nuestro yugo; ahora tú aligera la dura servidumbre de tu padre y el pesado yugo que puso sobre nosotros y te serviremos. La Biblia Textual 3a Edicion Tu padre agravó nuestro yugo. Ahora pues, haz que la dura servidumbre de tu padre y el pesado yugo que nos impuso sea más llevadero, y te serviremos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 'Tu padre nos puso un yugo muy pesado. Alivia tú ahora la dura servidumbre impuesta por tu padre y el pesado yugo que puso sobre nosotros y te serviremos'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Tu padre agravó nuestro yugo; ahora pues, alivia tú algo de la dura servidumbre, y del grave yugo que tu padre puso sobre nosotros, y te serviremos. |
'Tu padre nos puso un yugo muy pesado. Aligera tú ahora la dura servidumbre impuesta por tu padre y el pesado yugo que puso sobre nosotros y te serviremos'.
Judá e Israel eran tan numerosos como las arenas en las orillas del mar: com an y beb an, felices y contentos.
Disertó acerca de los árboles, desde el cedro del L bano hasta el hisopo que brota en las paredes; trató, además, acerca de las bestias, las aves, los reptiles y los peces.
Cuando Jirán, rey de Tiro, supo que hab an ungido a Salomón rey para suceder a su padre, le envió una embajada, porque siempre hab a sentido afecto por David.
Pero a los israelitas no los empleó como siervos, sino que eran sus hombres de guerra, sus dignatarios, sus jefes, sus oficiales y encargados de sus carros y caballer a.
pues hab an enviado a llamarle. Se presentó Jeroboán con toda la asamblea de Israel y hablaron as a Roboán:
Sucedió que, durante este largo periodo, murió el rey de Egipto. Los israelitas segu an lamentándose de su servidumbre y clamando, y su grito de socorro, salido del fondo de su esclavitud, llegó a Dios.
Me enojé contra mi pueblo, profané mi heredad y los entregué en tus manos. Pero tú no te compadeciste de ellos. Sobre el anciano hiciste pesar tu yugo en demas a.
Atan cargas pesadas y las echan sobre los hombros de los demás, pero ellos ni con un dedo quieren moverlas.
pues en esto consiste el amor de Dios: en guardar sus mandamientos. Sus mandamientos no son pesados.