Llegó a David un mensajero que le dijo: 'El corazón de los israelitas se va tras de Absalón'.
2 Crónicas 10:16 - Biblia Castilian 2003 Todos los de Israel, viendo que el rey no los escuchaba, respondieron al rey con estas palabras: '¿Qué parte tenemos nosotros con David? ¡No tenemos heredad con el hijo de Jesé! ¡A sus tiendas, Israel! ¡Mira ahora por tu casa, David!'. Y los de Israel se fueron a sus tiendas. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y viendo todo Israel que el rey no les había oído, respondió el pueblo al rey, diciendo: ¿Qué parte tenemos nosotros con David? No tenemos herencia en el hijo de Isaí. ¡Israel, cada uno a sus tiendas! ¡David, mira ahora por tu casa! Así se fue todo Israel a sus tiendas. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando todos los israelitas se dieron cuenta de que el rey no iba a hacerles caso, respondieron: «¡Abajo la dinastía de David! No nos interesa para nada el hijo de Isaí. ¡Regresa a tu casa, Israel! Y tú, David, ¡cuida de tu propia casa!». Entonces el pueblo de Israel regresó a casa; Biblia Católica (Latinoamericana) Israel vio que el nuevo rey no los atendía y replicaron al rey: '¿Qué parte tenemos nosotros con David? No tenemos herencia que recibir del hijo de Jesé. ¡A tus tiendas, Israel! Mira ahora por tu casa, David. La Biblia Textual 3a Edicion Y cuando todo Israel vio que el rey no les escuchaba, el pueblo respondió al rey, diciendo: ¿Qué parte tenemos en David? ¡No tenemos heredad con el hijo de Isaí! ¡Israel, cada uno a sus dioses!° ¡David, mira ahora por tu propia casa! Y todo Israel se retiró a sus tiendas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Todos los de Israel, viendo que el rey no los escuchaba, respondieron al rey con estas palabras: '¿Qué parte tenemos nosotros con David? ¡No tenemos heredad con el hijo de Jesé! ¡A sus tiendas, Israel! ¡Mira ahora por tu casa, David!'. Y los de Israel se fueron a sus tiendas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y viendo todo Israel que el rey no les había oído, respondió el pueblo al rey, diciendo: ¿Qué parte tenemos nosotros con David? No tenemos herencia en el hijo de Isaí. ¡Israel, cada uno a sus tiendas! ¡David, mira ahora por tu casa! Así se fue todo Israel a sus tiendas. |
Llegó a David un mensajero que le dijo: 'El corazón de los israelitas se va tras de Absalón'.
Y a adió David a Abisay y a todos sus servidores: 'Si mi hijo, que salió de mis entra as, atenta contra mi vida, ¿cuánto más ahora un benjaminita? Dejadle que me siga maldiciendo, pues se lo manda Yahveh.
Hallábase all un hombre perverso, llamado Seba, hijo de Bicr, benjaminita, que mandó tocar la trompeta y dijo: 'No tenemos parte con David, ni herencia con el hijo de Jesé. ¡Cada uno a su tienda, Israel!'.
Y tampoco arrancaré de él todo el reino, sino que dejaré a tu hijo una tribu, en atención a mi siervo David y a Jerusalén, la ciudad que yo escog '.
Lo estableceré para siempre en mi casa y en mi reino, y su trono quedará consolidado para siempre''.
No obstante, Roboán reinó sobre los israelitas que moraban en las ciudades de Judá.
Aqu haré florecer el poder de David y alumbraré la antorcha de mi ungido.
cuando Dios se levanta a hacer justicia, a salvar a los afligidos de la tierra. Selah
Aquel d a levantaré la caba a ca da de David: repararé sus brechas y reconstruiré sus ruinas; la restableceré como en los d as de anta o,
Pero sus compatriotas lo aborrec an; y enviaron tras él una embajada que dijera: 'No queremos que éste sea nuestro rey'.
Y por lo que respecta a aquellos enemigos m os que no quer an que yo fuera su rey, traedlos aqu y degolladlos delante de m '.
Desde entonces, muchos de sus disc pulos se volvieron atrás y ya no andaban más con él.
pero siendo como era profeta, y sabiendo que Dios le hab a asegurado bajo juramento que un descendiente suyo se sentar a sobre su trono,
Porque él tiene que reinar hasta que ponga a todos sus enemigos a sus pies.
Yo, Jesús, he enviado mi ángel para que testifique estas cosas acerca de las Iglesias. Yo soy el reto o y el linaje de David, el lucero brillante de la ma ana.
Tampoco mostraron gratitud a la familia de Yerubaal - Gedeón por todo el bien que hab a hecho a Israel.
Al d a siguiente, el d a segundo del novilunio, también quedó vac o el sitio de David. Y Saúl preguntó a su hijo Jonatán: '¿Por qué no vino al banquete el hijo de Jesé ni ayer ni hoy?'.
Le dijo Saúl: '¿Por qué os habéis conjurado contra m, tú y el hijo de Jesé, cuando le diste alimentos y una espada y consultaste a Dios por él para que él se sublevara contra m y me pusiera asechanzas, como lo está haciendo?'.
Dijo entonces Saúl a los servidores que estaban con él: 'Escuchadme, hijos de Benjam n: ¿es que el hijo de Jesé os va a dar a todos campos y vi as y a nombraros jefes de mil y de cien,
Respondió Doeg el edomita, que estaba entre los servidores de Saúl: 'Yo he visto al hijo de Jesé llegar a Nob, a casa de Ajimélec, hijo de Ajitub,