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2 Corintios 4:18 - Biblia Castilian 2003

Nosotros no aspiramos a estas cosas que se ven, sino a las que no se ven. Porque las que se ven son ef meras, pero las que no se ven son eternas.

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Así que no miramos las dificultades que ahora vemos; en cambio, fijamos nuestra vista en cosas que no pueden verse. Pues las cosas que ahora podemos ver pronto se habrán ido, pero las cosas que no podemos ver permanecerán para siempre.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Nosotros, pues, no nos fijamos en lo que se ve, sino en lo que no se ve; porque las cosas visibles duran un momento, pero las invisibles son para siempre.

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La Biblia Textual 3a Edicion

no poniendo nuestra mira en las cosas que se ven, sino en las que no se ven; porque las que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Nosotros no aspiramos a estas cosas que se ven, sino a las que no se ven. Porque las que se ven son efímeras, pero las que no se ven son eternas.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

no mirando nosotros a las cosas que se ven, sino a las que no se ven; porque las cosas que se ven son temporales, mas las que no se ven son eternas.

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Lòt tradiksyon



2 Corintios 4:18
12 Referans Kwoze  

Y éstos irán a un castigo eterno y los justos a una vida eterna'.


pues por fe caminamos, no por realidad vista.


Y el propio Se or nuestro Jesucristo, y Dios, nuestro Padre, que nos amó y nos dio, en su gracia, una consolación eterna y una maravillosa esperanza, consuele vuestros corazones y los afiance en toda obra y palabra buena.


La fe es anticipo de las realidades que se esperan y prueba de las que no se ven.


Todos éstos murieron dentro de la fe, sin haber recibido las cosas prometidas, sino viéndolas y saludándolas desde lejos, y confesando que eran extranjeros y forasteros sobre la tierra.


En cambio, Cristo se ha presentado como sumo sacerdote de los bienes definitivos: por medio de una Tienda más grande y más perfecta, no de hechura humana, es decir, no de este mundo creado.


Y ésta es la promesa que él nos prometió: la vida eterna.