Dentro de poco, el mundo ya no me verá; pero vosotros me veréis, porque yo sigo viviendo y vosotros viviréis.
2 Corintios 4:10 - Biblia Castilian 2003 llevando siempre y por todas partes, en el cuerpo, la muerte que llevó Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos. Biblia Nueva Traducción Viviente Mediante el sufrimiento, nuestro cuerpo sigue participando de la muerte de Jesús, para que la vida de Jesús también pueda verse en nuestro cuerpo. Biblia Católica (Latinoamericana) Por todas partes llevamos en nuestra persona la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra persona. La Biblia Textual 3a Edicion Llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte° de Jesús, para que también la vida de Jesús sea manifestada en nuestro cuerpo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 llevando siempre y por todas partes, en el cuerpo, la muerte que llevó Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) llevando siempre por todas partes en el cuerpo la muerte del Señor Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos. |
Dentro de poco, el mundo ya no me verá; pero vosotros me veréis, porque yo sigo viviendo y vosotros viviréis.
Porque, si estamos injertados en él por una muerte semejante a la suya, también lo estaremos por una resurrección semejante.
Por lo tanto, si hemos muerto con Cristo, tenemos fe de que también viviremos con él,
Conforme está escrito: Por tu causa somos entregados a la muerte todo el d a, se nos toma como reses de matadero.
Porque, as como abundan en nosotros los padecimientos de Cristo, as también, mediante Cristo, abunda nuestra consolación.
Tuvimos dentro de nosotros mismos la sentencia de muerte para que no confiemos en nosotros mismos, sino en el Dios que resucita a los muertos.
Es cierto que fue crucificado en razón de la debilidad; pero vive por el poder de Dios. Y as, también nosotros participamos de su debilidad, pero viviremos con él por el poder de Dios para con vosotros.
Pues nosotros, aunque en vida, nos vemos siempre entregados a la muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal.
De aqu en adelante que nadie me moleste, pues yo llevo en mi cuerpo las marcas de Jesús.
Ahora me alegro de mis padecimientos por vosotros, y voy completando en mi carne lo que falta a las tribulaciones de Cristo en favor de su cuerpo, que es la Iglesia,
He aqu una afirmación digna de crédito: Si con él morimos, también con él viviremos;
Más bien, a medida que tomáis parte en los padecimientos de Cristo, alegraos, para que también en la revelación de su gloria exultéis de gozo.
Dichosos vosotros si sois ultrajados por el nombre de Cristo, porque el esp ritu de la gloria, el de Dios, descansa sobre vosotros.
Cuando lo vi, ca como muerto a sus pies. Él puso su diestra sobre m y me dijo: 'No temas. Yo soy el primero y el último