Primeramente, doy gracias a mi Dios, por mediación de Jesucristo, a causa de todos vosotros, porque vuestra fe es celebrada en todo el mundo.
2 Corintios 3:2 - Biblia Castilian 2003 Nuestra carta sois vosotros: escrita en nuestros corazones, conocida y le da por todos los hombres. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Nuestras cartas sois vosotros, escritas en nuestros corazones, conocidas y leídas por todos los hombres; Biblia Nueva Traducción Viviente La única carta de recomendación que necesitamos son ustedes mismos. Sus vidas son una carta escrita en nuestro corazón; todos pueden leerla y reconocer el buen trabajo que hicimos entre ustedes. Biblia Católica (Latinoamericana) Ustedes mismos son nuestra carta de recomendación; es una carta escrita en el interior de las personas pero que todos pueden leer y entender. La Biblia Textual 3a Edicion Nuestra epístola sois vosotros, escrita en nuestros corazones, conocida y leída por todos los hombres; Biblia Serafín de Ausejo 1975 Nuestra carta sois vosotros: escrita en nuestros corazones, conocida y leída por todos los hombres. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Nuestra carta sois vosotros, escrita en nuestros corazones, sabida y leída de todos los hombres; |
Primeramente, doy gracias a mi Dios, por mediación de Jesucristo, a causa de todos vosotros, porque vuestra fe es celebrada en todo el mundo.
Conforme a la gracia que Dios me ha dado, yo, como sabio arquitecto, puse los cimientos; y otro va edificando encima. Pero mire cada cual cómo edifica.
Y yo muy a gusto lo gastaré todo, y me desgastaré a m mismo, por vuestras almas. Amándoos más, ¿seré menos amado?
¿Comenzamos de nuevo a recomendarnos a nosotros mismos? ¿O quizá necesitamos, como algunos, de cartas de recomendación para vosotros o de vuestra parte?
No lo digo en tono de condena, pues os he declarado antes que estáis juntos en nuestros corazones en la vida y en la muerte.
Y es justo, en efecto, que yo tenga estos sentimientos con respecto a todos vosotros, porque os llevo en mi corazón, part cipes como sois todos vosotros de mi gracia, tanto en mis cadenas como en la defensa y consolidación del evangelio.
A partir de vosotros, la palabra del Se or no ha resonado sólo en Macedonia y en Acaya, sino que en todas partes se ha difundido la noticia de vuestra fe en Dios, hasta el punto de no tener nosotros necesidad de explicar nada;