Crea, Se or, en m un corazón puro, y un esp ritu recto renueva en mis entra as.
2 Corintios 3:17 - Biblia Castilian 2003 El Se or es el Esp ritu; y donde hay Esp ritu del Se or, hay libertad. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. Biblia Nueva Traducción Viviente Pues el Señor es el Espíritu, y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. Biblia Católica (Latinoamericana) El Señor es espíritu, y donde está el Espíritu del Señor hay libertad. La Biblia Textual 3a Edicion porque el Señor es el Espíritu, y donde está el Espíritu del Señor, hay libertad.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 El Señor es el Espíritu; y donde hay Espíritu del Señor, hay libertad. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. |
Crea, Se or, en m un corazón puro, y un esp ritu recto renueva en mis entra as.
Es el esp ritu el que da vida, la carne de nada sirve. Las palabras que yo os he dicho son esp ritu y son vida.
Porque la ley del Esp ritu, dador de la vida en Cristo Jesús, me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte.
As está escrito: El primer hombre, Adán, fue ser viviente; el último Adán, esp ritu vivificante.
Y nosotros todos, con el rostro descubierto, reflejando como en un espejo la gloria del Se or, su imagen misma, nos vamos transfigurando con gloria creciente como por la acción del Se or, que es Esp ritu.
que nos ha capacitado para ser servidores de la nueva alianza, no la de la letra, sino la del Esp ritu. Pues la letra mata, mientras que el Esp ritu da vida.
Y prueba de que sois hijos es que Dios envió a nuestros corazones el Esp ritu de su Hijo, que clama: ¡ Abbá, Padre!
Cristo nos liberó para que vivamos en libertad. Manteneos, pues, firmes; y no os dejéis sujetar de nuevo al yugo de la esclavitud.
Porque vosotros, hermanos, fuisteis llamados a la libertad. Solamente que esta libertad no dé pretexto a la carne; sino al contrario, poneos, por medio del amor, los unos al servicio de los otros.
Pues el Esp ritu que Dios nos dio no es de timidez sino de fortaleza, de amor y de autodominio.