Nadie me la quita, sino que yo por m mismo la doy; tengo poder para darla y tengo poder para recobrarla. Éste es el mandato que he recibido de mi Padre.'
2 Corintios 13:4 - Biblia Castilian 2003 Es cierto que fue crucificado en razón de la debilidad; pero vive por el poder de Dios. Y as, también nosotros participamos de su debilidad, pero viviremos con él por el poder de Dios para con vosotros. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Porque aunque fue crucificado en debilidad, vive por el poder de Dios. Pues también nosotros somos débiles en él, pero viviremos con él por el poder de Dios para con vosotros. Biblia Nueva Traducción Viviente Aunque fue crucificado en debilidad, ahora vive por el poder de Dios. Nosotros también somos débiles, al igual que Cristo lo fue, pero cuando tratemos con ustedes, estaremos vivos con él y tendremos el poder de Dios. Biblia Católica (Latinoamericana) Si bien su debilidad lo llevó a la cruz, ahora vive por la fuerza de Dios. Así también nosotros compartimos su debilidad, pero viviremos con él por el poder de Dios que actúa en ustedes. La Biblia Textual 3a Edicion Porque fue crucificado en debilidad,° pero vive por el poder de Dios. Nosotros también somos débiles en Él, pero viviremos con Él por el poder de Dios para con vosotros. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Es cierto que fue crucificado en razón de la debilidad; pero vive por el poder de Dios. Y así, también nosotros participamos de su debilidad, pero viviremos con él por el poder de Dios para con vosotros. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque aunque fue crucificado en flaqueza, sin embargo vive por el poder de Dios. Pues también nosotros somos débiles en Él, mas viviremos con Él por el poder de Dios para con vosotros. |
Nadie me la quita, sino que yo por m mismo la doy; tengo poder para darla y tengo poder para recobrarla. Éste es el mandato que he recibido de mi Padre.'
Sepa, por tanto, con absoluta seguridad toda la casa de Israel que Dios ha hecho Se or y Cristo a este Jesús a quien vosotros crucificasteis'.
Pues por la fe en su nombre, a éste, a quien veis y conocéis, ese nombre le ha fortalecido. Ha sido la fe que por él se nos da la que le ha otorgado esta curación total en presencia de todos vosotros.
constituido Hijo de Dios con poder, según el esp ritu santificador, a partir de su resurrección de entre los muertos -, Jesucristo nuestro Se or;
Porque para esto Cristo murió y retornó a la vida: para ser Se or tanto de los muertos como de los vivos.
Pues por medio del bautismo fuimos juntamente con él sepultados en su muerte, para que, as como Cristo fue resucitado de entre los muertos por la gloria del Padre, as también nosotros caminemos en una vida nueva.
Pues la necedad de Dios es más sabia que los hombres; y la debilidad de Dios más poderosa que los hombres.
se siembra vileza, resucita en gloria; se siembra debilidad, resucita fortaleza;
Y as como Dios resucitó al Se or, as también nos resucitará a nosotros por su poder.
Porque alguien dice: 'Las cartas son duras y fuertes; pero su presencia corporal es poca cosa y su palabra despreciable'.
Por eso me complazco, por amor de Cristo, en flaquezas, insultos, necesidades, persecuciones y angustias; porque cuando me siento débil, entonces soy fuerte.
Nos alegramos cuando nosotros somos débiles y vosotros sois fuertes. Y esto es lo que pedimos: vuestra perfección completa.
con el fin de conocerle a él en persona y la fuerza de su resurrección y la comunión con sus padecimientos, hasta configurarme con su muerte,
Cristo, en los d as de su vida mortal, presentó, a gritos y con lágrimas, oraciones y súplicas al que pod a salvarlo de la muerte, y fue escuchado en atención a su piedad reverencial.
Porque también Cristo murió de una vez para siempre por los pecados, el justo por los injustos, para llevaros a Dios. Entregado a la muerte según la carne, fue vivificado según el esp ritu,
que, después de subir al cielo, está a la diestra de Dios y le están sometidos ya ángeles, potestades y virtudes.