que ese hombre sea entregado a Satanás, para que se destruya lo puramente humano y se salve el esp ritu el d a del Se or.
2 Corintios 13:2 - Biblia Castilian 2003 Dije antes, y ahora repito, ausente, lo mismo que hice la segunda vez, cuando estaba presente, a los que antes pecaron y a todos los demás: que, de venir otra vez, ya no tendré miramientos, Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 He dicho antes, y ahora digo otra vez como si estuviera presente, y ahora ausente lo escribo a los que antes pecaron, y a todos los demás, que si voy otra vez, no seré indulgente; Biblia Nueva Traducción Viviente Ya puse sobre aviso a los que andaban en pecado cuando estuve ahí durante mi segunda visita. Ahora les advierto de nuevo a ellos y a todos los demás, tal como lo hice antes, que la próxima vez no tendré compasión de ellos. Biblia Católica (Latinoamericana) Ya se lo dije, y ahora que estoy lejos se lo repito como la segunda vez que estuve allá: cuando vuelva a visitarlos no tendré piedad. Que lo sepan tanto los que vivieron en pecado como los demás. La Biblia Textual 3a Edicion He dicho antes, cuando estuve presente la segunda vez, y aunque ahora estoy ausente, lo digo° de antemano a los que pecaron anteriormente y a todos los demás: si voy otra vez, no seré indulgente, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dije antes, y ahora repito, ausente, lo mismo que hice la segunda vez, cuando estaba presente, a los que antes pecaron y a todos los demás: que, de venir otra vez, ya no tendré miramientos, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Os he dicho antes, y ahora os digo otra vez como si estuviera presente, y ahora ausente lo escribo a los que antes pecaron, y a todos los demás, que si vengo otra vez, no seré indulgente; |
que ese hombre sea entregado a Satanás, para que se destruya lo puramente humano y se salve el esp ritu el d a del Se or.
Por mi vida, y pongo a Dios por testigo, que si no he ido todav a a Corinto ha sido precisamente por consideración a vosotros.
Pero tampoco ahora, que estoy a punto de visitaros por tercera vez, os seré una carga. Pues no busco vuestras cosas, sino a vosotros mismos. No son los hijos los que deben ahorrar para los padres, sino los padres para los hijos.
Por eso escribo estas cosas estando ausente, para que, cuando me presente, no tenga que usar con rigor de la autoridad que el Se or me dio para edificar, y no para destruir.