Viendo sus hermanos que su padre lo amaba más que a todos ellos, le ten an rencor y no le dirig an la palabra.
2 Corintios 13:11 - Biblia Castilian 2003 Por lo demás, hermanos, estad alegres. Procurad vuestra perfección, daos ánimos, tened un mismo sentir, vivid en paz. Y el Dios del amor y de la paz estará con vosotros. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Por lo demás, hermanos, tened gozo, perfeccionaos, consolaos, sed de un mismo sentir, y vivid en paz; y el Dios de paz y de amor estará con vosotros. Biblia Nueva Traducción Viviente Amados hermanos, termino mi carta con estas últimas palabras: estén alegres. Crezcan hasta alcanzar la madurez. Anímense unos a otros. Vivan en paz y armonía. Entonces el Dios de amor y paz estará con ustedes. Biblia Católica (Latinoamericana) Finalmente, hermanos, estén alegres, sigan progresando, anímense, tengan un mismo sentir y vivan en paz. Y el Dios del amor y de la paz estará con ustedes. La Biblia Textual 3a Edicion Por lo demás, hermanos, regocijaos, procurad vuestra perfección, consolaos,° tened un mismo sentir,° vivid en paz, y el Dios de amor y de paz estará con vosotros. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Por lo demás, hermanos, estad alegres. Procurad vuestra perfección, daos ánimos, tened un mismo sentir, vivid en paz. Y el Dios del amor y de la paz estará con vosotros. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Finalmente, hermanos, gozaos, sed perfectos, tened consolación, sed de una misma mente, tened paz; y el Dios de amor y paz será con vosotros. |
Viendo sus hermanos que su padre lo amaba más que a todos ellos, le ten an rencor y no le dirig an la palabra.
Luego despidió a sus hermanos, y les dijo al partir ellos: 'No disputéis en el camino'.
La virgen concebirá en su seno, y dará a luz un hijo y le pondrá el nombre de Emmanuel, que significa 'Dios con nosotros'.
Jesús entonces se detuvo y dijo: 'Llamadlo'. Llaman, pues, al ciego, diciéndole: '¡Ánimo! Levántate, que te llama'.
'Buena es la sal, pero, si la sal se vuelve ins pida, ¿con qué le devolveréis su sabor? Tened sal en vosotros y vivid en paz unos con otros.'
También dijo otro: 'Te seguiré, Se or; pero perm teme que vaya primero a despedirme de los m os'.
Yo en ellos y tú en m, para que lleguen a ser consumados en uno, y as el mundo conozca que tú me has enviado y que los has amado como tú me has amado a m.'
que os abstengáis de las carnes consagradas a los dolos, de la sangre, de lo estrangulado y de la fornicación. Guardándoos de estas cosas, obraréis rectamente. Conservaos bien'.
sino que, diciéndoles al despedirse: 'Volveré a vosotros de nuevo, si Dios quiere', partió de Éfeso.
Habiéndome llegado la denuncia de que se tramaba una emboscada contra este hombre, te lo env o con urgencia, al mismo tiempo que aviso a sus acusadores para que presenten delante de ti sus querellas contra él'.
Tened unos con otros el mismo sentir, sin abrigar sentimientos de grandeza, sino dejándoos llevar al trato con los humildes. No os tengáis por sabios ante vosotros mismos.
Si es posible, y en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres.
Dediquémonos, por consiguiente, a lo que fomenta la paz y favorece la edificación común.
Que el Dios de la esperanza os colme de todo gozo y de paz en vuestra permanencia en la fe, a fin de que reboséis de esperanza por el poder del Esp ritu Santo.
Y el Dios de la paz aplastará muy pronto a Satanás bajo vuestros pies. La gracia de nuestro Se or Jesús sea con vosotros.
Os ruego, hermanos, en el nombre de nuestro Se or Jesucristo que tengáis todos concordia y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis unidos en el mismo pensamiento y en el mismo parecer.
Él nos consuela en toda tribulación, hasta el punto de que, mediante esa consolación con la que a nosotros mismos nos consuela Dios, podamos consolar a los que están en toda clase de tribulación.
Nos alegramos cuando nosotros somos débiles y vosotros sois fuertes. Y esto es lo que pedimos: vuestra perfección completa.
a fin de organizar al pueblo santo para las funciones del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo,
¡Paz a los hermanos, y amor, juntamente con fe, de parte de Dios Padre y del Se or Jesucristo!
Lo único que importa es que llevéis una vida digna del evangelio de Cristo, para que, ya sea que vaya a veros, ya sea que esté ausente, oiga yo decir de vosotros que estáis firmes en un solo Esp ritu, luchando a una por la fe del evangelio,
En todo caso, partiendo del punto adonde hayamos llegado, sigamos caminando en la misma dirección.
Tanto a Evodia como a S ntique, les exhorto a que tengan el mismo sentir en el Se or.
Y lo que aprendisteis, recibisteis, o steis y visteis en m, llevadlo a la práctica y el Dios de la paz estará con vosotros.
Noche y d a pedimos insistentemente poder volver a ver vuestro rostro y completar las deficiencias de vuestra fe.
Por lo demás, hermanos, éste es nuestro ruego y nuestra exhortación en el Se or Jesús: que ya que aprendisteis de nosotros de qué manera debéis portaros para agradar a Dios, que os portéis as y as sigáis progresando más y más.
Mostradles la mayor estima y el mayor amor por lo que están haciendo. Procurad la paz entre vosotros mismos.
Que Él, Dios de la paz os santifique totalmente; y que todo vuestro ser, el esp ritu, el alma y el cuerpo, se mantenga irreprochable para la parus a de nuestro Se or Jesucristo.
Y el propio Se or nuestro Jesucristo, y Dios, nuestro Padre, que nos amó y nos dio, en su gracia, una consolación eterna y una maravillosa esperanza, consuele vuestros corazones y los afiance en toda obra y palabra buena.
Por lo demás, hermanos, orad por nosotros, para que la palabra del Se or siga su curso y sea glorificada, como sucede entre vosotros,
Que el Se or de la paz os dé la paz siempre y en todo. El Se or sea con todos vosotros.
Huye de las ambiciones juveniles. Practica la justicia, la fidelidad, el amor, la paz con los que invocan al Se or con corazón puro.
Buscad la paz con todos, as como la santificación, sin la cual nadie podrá ver al Se or.
El Dios de la paz, que levantó de entre los muertos a nuestro Se or Jesús, el gran pastor de las ovejas, por la sangre de la alianza eterna,
Pero la constancia ha de culminar en una obra perfecta, para que seáis perfectos y plenamente ntegros, sin deficiencia alguna.
En fin, sed todos de un mismo sentir, compartid alegr as y tristezas, cultivad el amor fraterno, sed misericordiosos, humildes;
El Dios de toda gracia, el que os llamó a su eterna gloria en Cristo después que hayáis padecido un poco, os restablecerá, confirmará, robustecerá y hará inconmovibles.