No es que pretendamos dominar con imperio en vuestra fe, sino que colaboramos con vuestra alegr a, pues estáis cimentados en la fe.
2 Corintios 10:8 - Biblia Castilian 2003 Y aunque me haya jactado algo excesivamente de la autoridad que el Se or nos dio para edificación vuestra y no para vuestra destrucción, no me avergonzaré; Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Porque aunque me gloríe algo más todavía de nuestra autoridad, la cual el Señor nos dio para edificación y no para vuestra destrucción, no me avergonzaré; Biblia Nueva Traducción Viviente Pareciera que estoy jactándome demasiado de la autoridad que nos dio el Señor, pero nuestra autoridad los edifica a ustedes, no los destruye. Así que no me avergonzaré de usar mi autoridad. Biblia Católica (Latinoamericana) Y aunque parezca demasiado seguro del poder que el Señor me dio para edificarlos, no para destruirlos, no me avergonzaré de haberlo dicho. La Biblia Textual 3a Edicion Porque, aunque me gloriara algo más acerca de nuestra autoridad, la cual el Señor nos dio para edificación y no para vuestra destrucción, no me avergonzaré; Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y aunque me haya jactado algo excesivamente de la autoridad que el Señor nos dio para edificación vuestra y no para vuestra destrucción, no me avergonzaré; Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque aunque me gloríe algo más de nuestra autoridad (la cual el Señor nos dio para edificación y no para vuestra destrucción), no me avergonzaré; |
No es que pretendamos dominar con imperio en vuestra fe, sino que colaboramos con vuestra alegr a, pues estáis cimentados en la fe.
Las armas de mi combate no son carnales, sino que tienen poder divino para derribar fortalezas: derribamos sofismas
¿Estáis pensando desde hace tiempo que nos estamos defendiendo ante vosotros? ¡Es ante Dios, en Cristo, como estamos hablando! Y todo, amados m os, para edificación vuestra.
Y si quisiera gloriarme, no ser a insensato, porque dir a la verdad. Pero me abstengo, para que nadie me estime en más de lo que en m ve u oye,
Por eso escribo estas cosas estando ausente, para que, cuando me presente, no tenga que usar con rigor de la autoridad que el Se or me dio para edificar, y no para destruir.
Y si ante él me enorgullec algo por vosotros, no me avergoncé; al contrario, as como os hablamos todo con verdad, as también nuestro orgullo ante Tito resultó ser verdad.
Grande es mi franqueza para con vosotros; muy orgulloso de vosotros estoy; lleno estoy de consuelo y en toda clase de tribulación nuestra la alegr a me desborda.
Pablo, apóstol, no de parte de los hombres ni por mediación de hombre alguno, sino por mediación de Jesucristo y de Dios Padre que lo resucitó de entre los muertos,
Por esta misma causa soporto yo mi situación actual. Pero no me avergüenzo, porque sé perfectamente de quién me he fiado, y estoy seguro del poder que tiene para guardar hasta aquel d a el depósito que se me confió.