Hacen todas sus obras para que los hombres los vean: por eso ensanchan sus filacterias y se ponen grandes borlas en el manto;
2 Corintios 10:7 - Biblia Castilian 2003 Veis las cosas según las apariencias. Si alguno cree que es de Cristo, piense también esto para s: que como él es de Cristo, también lo somos nosotros. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Miráis las cosas según la apariencia. Si alguno está persuadido en sí mismo que es de Cristo, esto también piense por sí mismo, que como él es de Cristo, así también nosotros somos de Cristo. Biblia Nueva Traducción Viviente Fíjense en los hechos evidentes. Los que afirman que pertenecen a Cristo deben reconocer que nosotros pertenecemos a Cristo tanto como ellos. Biblia Católica (Latinoamericana) Miren las cosas cara a cara. Si alguien cree pertenecer a Cristo, piense lo siguiente: si él es de Cristo, lo soy también yo. La Biblia Textual 3a Edicion Miráis las cosas según la apariencia exterior. Si alguno se ha persuadido de que es° del Mesías, piense esto por sí mismo otra vez: que como él es del Mesías, así también nosotros.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Veis las cosas según las apariencias. Si alguno cree que es de Cristo, piense también esto para sí: que como él es de Cristo, también lo somos nosotros. Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¿Miráis las cosas según la apariencia? Si alguno está confiado en sí mismo que es de Cristo, esto también piense por sí mismo, que como él es de Cristo, así también nosotros somos de Cristo. |
Hacen todas sus obras para que los hombres los vean: por eso ensanchan sus filacterias y se ponen grandes borlas en el manto;
Pero él les dijo: 'Vosotros presum s de justos delante de los hombres, pero Dios conoce vuestro corazón; porque lo que los hombres estiman, lo abomina Dios.
Me refiero a que cada uno de vosotros dice: 'Yo soy de Pablo'; 'Yo de Apolo'; 'Yo de Cefas'; 'Yo de Cristo'.
Si alguno cree ser profeta o estar inspirado, reconozca que lo que escribo es una orden del Se or;
Cada uno en el orden que le corresponde: las primicias, Cristo; después, los de Cristo en su parus a.
¿No soy libre? ¿No soy apóstol? ¿No he visto a Jesús, nuestro Se or? Vosotros mismos, ¿no sois mi obra en el Se or?
Yo mismo, Pablo, os voy a hacer un ruego en nombre de la humildad y la condescendencia de Cristo; yo, tan t mido cuando estoy presente y tan atrevido cuando estoy ausente.
¿Son servidores de Cristo? Lo diré como quien delira: ¡mucho más lo soy yo! Más en trabajos, más en cárceles, much simo más en palizas; y, frecuentemente, en peligros de muerte.
Porque si uno viene y proclama otro Jesús distinto del que hemos proclamado, o aceptáis otro Esp ritu distinto del que habéis aceptado, u otro evangelio distinto del que habéis recibido, lo toleráis bien.
He hecho el insensato. Vosotros me obligasteis. Erais vosotros quienes deber ais recomendarme, porque, aunque no soy nada, nada desmerezco frente a esos superapóstoles.
ya que andáis buscando pruebas de que es Cristo quien habla por m. Él no se muestra débil para con vosotros, sino que ejerce en vosotros su poder.
Y no es que volvamos a justificarnos ante vosotros, sino que os damos la oportunidad de que os mostréis orgullosos de nosotros, para que tengáis qué responder ante los que se glor an de las apariencias y no del corazón.
Y si vosotros sois de Cristo, luego sois descendencia de Abrahán, herederos según la promesa.
Nosotros somos de Dios. El que conoce a Dios, nos escucha. El que no es de Dios, no nos escucha. De este modo distinguimos al esp ritu de la verdad del esp ritu del error.
Pero Yahveh dijo a Samuel: 'No mires su buena presencia ni su gran estatura, porque yo lo he descartado. Dios no mira como mira el hombre; porque el hombre no ve más que la apariencia, pero Yahveh ve el corazón'.