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2 Corintios 1:22 - Biblia Castilian 2003

nos marcó con su sello y puso en nuestros corazones la fianza del Esp ritu.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

el cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

y nos identificó como suyos al poner al Espíritu Santo en nuestro corazón como un anticipo que garantiza todo lo que él nos prometió.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

y nos ha marcado con su propio sello al depositar en nosotros los primeros dones del Espíritu.

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La Biblia Textual 3a Edicion

quien también nos selló y nos dio como garantía al Espíritu en nuestros corazones.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

nos marcó con su sello y puso en nuestros corazones la fianza del Espíritu.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

el cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones.

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Lòt tradiksyon



2 Corintios 1:22
15 Referans Kwoze  

Y Yahveh le dijo: 'Pasa por la ciudad, recorre Jerusalén y traza una cruz en las frentes de los hombres que gimen y lloran por todas las abominaciones que en ella se cometen'.


El que acepta su testimonio, certifica que Dios es veraz.


No trabajéis por conseguir el alimento perecedero, sino el que permanece para vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre, porque éste es el que el Padre, Dios, ha marcado con su sello'.


Precisamente recibió la se al de la circuncisión como sello de la justicia por la fe que ten a ya antes de circuncidarse, para que as fuera padre de todos los creyentes, es decir, de los incircuncisos, a quienes se les tendr a en cuenta su fe como justicia;


Y no es esto sólo; sino que también nosotros mismos, que poseemos las primicias del Esp ritu, gemimos igualmente en nuestro propio interior, aguardando con ansiedad una adopción filial, la redención de nuestro cuerpo.


Pero vosotros no viv s según la carne, sino según el esp ritu, puesto que el Esp ritu de Dios habita en vosotros. Si alguno no tiene el Esp ritu de Cristo, este tal no pertenece a Cristo.


Y el que nos ha dispuesto para esto es Dios, que nos dio la fianza del Esp ritu.


Y no disgustéis al Esp ritu Santo de Dios, en el cual fuisteis sellados para el d a de la redención.


Por consiguiente, quien esto menosprecia, no menosprecia a un hombre, sino a Dios, que dispensa [también] su Esp ritu Santo entre vosotros.


Sin embargo, el sólido cimiento de Dios permanece firme y tiene sellada esta inscripción: El Se or conoce a los suyos; y esta otra: apártese de la maldad todo el que invoca el nombre del Se or.


Quien tenga o dos, oiga lo que dice el Esp ritu a las Iglesias. Al que venza, le daré el maná escondido y una piedrecita blanca sobre la que habrá escrito un nombre que nadie conoce sino el que lo recibe'.


diciendo: 'No da éis ni a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que no hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios'.


Se les ordenó que no da asen la hierba de la tierra, ni nada verde ni árbol alguno, sino sólo a los hombres que no tienen el sello de Dios sobre sus frentes.