1 Timoteo 5:13 - Biblia Castilian 2003 Al mismo tiempo se acostumbran a estar ociosas, a ir de casa en casa; y no sólo están ociosas, sino que dicen tonter as y frivolidades, y hablan de lo que no deben. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y también aprenden a ser ociosas, andando de casa en casa; y no solamente ociosas, sino también chismosas y entremetidas, hablando lo que no debieran. Biblia Nueva Traducción Viviente Y, si están en la lista, se acostumbrarán a ser perezosas y pasarán todo el tiempo yendo de casa en casa chismeando, entrometiéndose en la vida de los demás y hablando de lo que no deben. Biblia Católica (Latinoamericana) Aprenden además a no hacer nada y se acostumbran a andar de casa en casa. Como no tienen nada que hacer, hablan de más, se meten en lo que no les toca y dicen lo que no deben. La Biblia Textual 3a Edicion y aprenden también a estar ociosas, yendo de casa en casa; y no sólo ociosas, sino también chismosas y entremetidas, hablando las cosas que no deben. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Al mismo tiempo se acostumbran a estar ociosas, a ir de casa en casa; y no sólo están ociosas, sino que dicen tonterías y frivolidades, y hablan de lo que no deben. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y así también aprenden a ser ociosas, andando de casa en casa; y no solamente ociosas, sino también chismosas e indiscretas, hablando cosas que no debieran. |
Quien anda intrigando descubre secretos: no te asocies con quien mucho habla.
No difundas calumnias entre los tuyos, ni demandes la sangre de tu prójimo. Yo, Yahveh.
Permaneced, pues, en aquella casa, comiendo y bebiendo de lo que tengan; porque el obrero tiene derecho a su salario. Y no os mudéis de una casa a otra.
cómo nada callé que pudiera seros de provecho ni dejé de predicaros e instruiros tanto en público como en privado,
y de entre vosotros mismos surgirán hombres que ense arán cosas perversas y arrastrararán tras de s a los disc pulos.
A éstos hay que taparles la boca, ya que están echando a perder a familias enteras ense ando lo que no deben, y todo por una sórdida ganancia.
De la misma boca salen bendición y maldición. Esto, hermanos m os, no debe ser as.
Que ninguno de vosotros tenga que sufrir por criminal o por ladrón o por malhechor o por entrometido.
Por eso, cuando vaya le recordaré las cosas que hace cuando nos critica de mala manera. No contento con eso, ni siquiera recibe a los hermanos; y a los que lo intentan, se lo proh be y los arroja de la iglesia.