Vosotros investigáis las Escrituras, porque en ellas pensáis tener vida eterna. Pues son ellas, precisamente, las que dan testimonio de m.
1 Timoteo 4:13 - Biblia Castilian 2003 Mientras llego, ded cate a la lectura, a la exhortación, a la ense anza. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza. Biblia Nueva Traducción Viviente Hasta que yo llegue, dedícate a leer las Escrituras a la iglesia, y a animar y a enseñarles a los creyentes. Biblia Católica (Latinoamericana) Mientras llego, dedícate a la lectura, a la predicación y a la enseñanza. La Biblia Textual 3a Edicion Mientras voy, dedícate a la lectura,° a la exhortación, a la enseñanza. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Mientras llego, dedícate a la lectura, a la exhortación, a la enseñanza. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entre tanto que vengo, ocúpate en la lectura, la exhortación, y la enseñanza. |
Vosotros investigáis las Escrituras, porque en ellas pensáis tener vida eterna. Pues son ellas, precisamente, las que dan testimonio de m.
Éstos eran de mejor condición que los de Tesalónica y recibieron con toda avidez la palabra, compulsando d a tras d a las Escrituras, para ver si era as.
Nosotros, por nuestra parte, nos consagraremos a la oración y al ministerio de la palabra'.
si el de exhortar, que exhorte; el que da, que dé con sencillez; el que preside, que lo haga con solicitud; el que practica la misericordia, que la practique con alegr a.
¿Qué conclusión sacar, hermanos? Cuando os reun s, cada uno puede tener un himno, una ense anza, una revelación, un lenguaje, una interpretación: que todo sirva para edificación.
Por el contrario, el que profetiza, habla a los hombres, edifica, exhorta y anima.
Ahora bien, hermanos, si me presento a vosotros hablando lenguas, ¿qué provecho os aportar a, si no os transmito revelación, o conocimiento, o profec a, o ense anza?
La tendrá consigo y leerá en ella todos los d as de su vida, para que aprenda a temer a Yahveh, su Dios, a guardar todas las palabras de esta ley y a practicar estos preceptos,
Vigila sobre ti mismo y sobre lo que ense as. Mantente firme en todo ello, porque, haciéndolo as, te salvarás a ti mismo y a los que te escuchan.
Si expones estas cosas a los hermanos serás un buen servidor de Cristo Jesús, alimentado con los principios de la fe y con la buena ense anza que fielmente has seguido.
y de que desde ni o conoces las Sagradas Escrituras, que tienen el poder de instruirte para la salvación por la fe en Cristo Jesús.
Proclama la palabra, insiste a tiempo y a destiempo, reprende, increpa, exhorta, con toda comprensión y sin cejar en la ense anza.
Habla de estas cosas, exhorta y reprende con plena autoridad. Y que nadie te menosprecie.
Que el libro de esta ley no se aparte de tu boca; medita en él d a y noche para que procures actuar conforme a todo lo que en él está escrito, y as prosperarás y tendrás éxito en tus empresas.