Por eso os digo: no os angustiéis por vuestra vida: qué vais a comer [o qué vais a beber]; ni por vuestro cuerpo: con qué lo vais a vestir. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo que el vestido?
1 Samuel 9:5 - Biblia Castilian 2003 Cuando llegaron a la región de Suf, dijo Saúl al criado que le acompa aba: 'Vamos a volvernos, no sea que mi padre, más que por las asnas, esté ya intranquilo por nosotros'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Cuando vinieron a la tierra de Zuf, Saúl dijo a su criado que tenía consigo: Ven, volvámonos; porque quizá mi padre, abandonada la preocupación por las asnas, estará acongojado por nosotros. Biblia Nueva Traducción Viviente Finalmente, entraron a la región de Zuf y Saúl le dijo a su siervo: —Volvamos a casa. ¡Es probable que ahora mi padre esté más preocupado por nosotros que por los burros! Biblia Católica (Latinoamericana) Cuando llegaron al territorio de Suf, Saúl dijo a su sirviente: 'Mejor regresemos, pues nuestro padre se va a preocupar más por nosotros que por las burras'. La Biblia Textual 3a Edicion Cuando llegaron a la tierra de Suf, Saúl dijo al joven que estaba con él: Vamos a volvernos, no sea que mi padre se olvide de las asnas y comience a preocuparse por nosotros. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando llegaron a la región de Suf, dijo Saúl al criado que le acompañaba: 'Vamos a volvernos, no sea que mi padre, más que por las asnas, esté ya intranquilo por nosotros'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y cuando vinieron a la tierra de Zuf, Saúl dijo a su criado que tenía consigo: Ven, volvámonos; porque quizá mi padre, dejado el cuidado de las asnas, estará preocupado por nosotros. |
Por eso os digo: no os angustiéis por vuestra vida: qué vais a comer [o qué vais a beber]; ni por vuestro cuerpo: con qué lo vais a vestir. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo que el vestido?
Y acerca del vestido, ¿por qué os angustiáis? Observad los lirios del campo, cómo crecen; ni se atarean ni hilan.
No os afanéis, pues, por el d a de ma ana, que el d a de ma ana traerá su propio afán. Bástenle a cada d a sus propias preocupaciones.
Cuando los poderes y las autoridades os hagan comparecer ante las sinagogas no os preocupéis de cómo o con qué os defenderéis o qué habéis de decir.
Luego dijo a [sus] disc pulos: 'Por eso os digo: no os agobiéis por la vida, pensando qué vais a comer; ni por [vuestro] cuerpo, con qué lo vais a vestir.
Hab a un hombre de Ramatáin, de la familia de Suf, de la monta a de Efra n, llamado Elcaná, hijo de Yeroján, hijo de Elihú, hijo de Toju, hijo de Suf, efrainita.
cuando hoy te alejes de m, encontrarás dos hombres junto al sepulcro de Raquel, en los confines de Benjam n, en Selsaj, los cuales te dirán: 'Ya han aparecido las asnas que fuiste a buscar. Tu padre ya no se preocupa del asunto de las asnas; pero está intranquilo por vosotros, y se pregunta: ¿Qué haré yo por saber de mi hijo?'.