No lo anunciéis en Gat, ni lo publiquéis en las plazas de Ascalón, para que no se alegren las hijas de los filisteos, para que no salten de gozo las hijas de los incircuncisos.
1 Samuel 31:9 - Biblia Castilian 2003 Le cortaron la cabeza, lo despojaron de sus armas y mandaron publicar la noticia por todo el pa s de los filisteos, en los templos de sus dolos y entre el pueblo. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y le cortaron la cabeza, y le despojaron de las armas; y enviaron mensajeros por toda la tierra de los filisteos, para que llevaran las buenas nuevas al templo de sus ídolos y al pueblo. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces le cortaron la cabeza a Saúl y le quitaron su armadura. Luego proclamaron las buenas noticias de la muerte de Saúl en su templo pagano y a la gente en toda la tierra de Filistea. Biblia Católica (Latinoamericana) Le cortaron la cabeza y le quitaron sus armas, y después mandaron que se publicara la noticia en todo el país de los filisteos, en los templos de sus ídolos y entre el pueblo. La Biblia Textual 3a Edicion Y le cortaron su cabeza y lo despojaron de sus armas, y enviaron a proclamar la noticia por toda la tierra de los filisteos, en el templo de sus ídolos y entre el pueblo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Le cortaron la cabeza, lo despojaron de sus armas y mandaron publicar la noticia por todo el país de los filisteos, en los templos de sus ídolos y entre el pueblo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y le cortaron la cabeza, y le despojaron de sus armas; y enviaron mensajeros por toda la tierra de los filisteos, para que lo publicaran en el templo de sus ídolos, y en el pueblo. |
No lo anunciéis en Gat, ni lo publiquéis en las plazas de Ascalón, para que no se alegren las hijas de los filisteos, para que no salten de gozo las hijas de los incircuncisos.
Corrió entonces David, se puso sobre el filisteo; le arrebató la espada y la desenvainó; lo remató y le cortó con ella la cabeza. Cuando vieron los filisteos que hab a muerto su campeón, se dieron a la fuga.
David tomó entonces la cabeza del filisteo y la llevó a Jerusalén, pero las armas las puso en su tienda.
Dijo entonces a su escudero: 'Desenvaina tu espada y atraviésame con ella, no sea que lleguen esos incircuncisos y me atraviesen y hagan escarnio de m '. Pero no quiso acceder su escudero, por el gran temor que sent a. Saúl tomó entonces su propia espada y se dejó caer sobre ella.
Al d a siguiente llegaron los filisteos para despojar a los muertos y encontraron a Saúl y a sus tres hijos tendidos en el monte de Gelboé.