Bib sou entènèt

Piblisite


Tout bib la Ansyen Testaman Nouvo Testaman




1 Samuel 3:2 - Biblia Castilian 2003

Cierto d a El estaba ya acostado en su aposento. Sus ojos hab an comenzado a debilitarse y no pod a ver.

Gade chapit la
Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Y aconteció un día, que estando Elí acostado en su aposento, cuando sus ojos comenzaban a oscurecerse de modo que no podía ver,

Gade chapit la

Biblia Nueva Traducción Viviente

Una noche, Elí, que para entonces estaba casi ciego, ya se había acostado.

Gade chapit la

Biblia Católica (Latinoamericana)

Ese día estaba Helí acostado en su cama; sus ojos estaban tan débiles que ya no veía.

Gade chapit la

La Biblia Textual 3a Edicion

Por ese tiempo aconteció que estando Elí acostado en su aposento, cuando sus ojos comenzaban a oscurecerse y no podía ver,

Gade chapit la

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Cierto día Elí estaba ya acostado en su aposento. Sus ojos habían comenzado a debilitarse y no podía ver.

Gade chapit la

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y aconteció un día, que estando Elí acostado en su aposento, cuando sus ojos comenzaban a oscurecerse, que no podía ver,

Gade chapit la
Lòt tradiksyon



1 Samuel 3:2
8 Referans Kwoze  

Con la vejez, se le nublaron a Isaac los ojos hasta quedarse sin vista. Llamó a Esaú, su hijo mayor, y le dijo: 'Hijo m o'. Él contestó: 'Aqu estoy'.


Los ojos de Israel se hab an debilitado por la vejez y no pod a ver. José se los acercó, y él los besó y abrazó.


Pero su padre se negó a ello, diciendo: 'Lo sé, hijo m o, lo sé; también él llegará a ser un pueblo, y también él será grande; con todo, su hermano peque o será más grande que él, y su descendencia llegará a ser una muchedumbre de pueblos'.


H zolo as la mujer de Jeroboán: se fue a Siló y entró en la casa de Aj as. Aj as no pod a ya ver, porque sus ojos se hab an quedado yertos a causa de su vejez.


Nuestra vida es setenta a os, ochenta a os la vida de los fuertes: casi todos en afanes y miseria, pues rápido se pasan y nosotros nos volamos.


cuando tiemblan los guardianes de la casa, cuando los robustos se encorvan, cuando las mujeres dejen la molienda porque la luz se debilita y se entenebrece en las ventanas,


El era ya muy viejo. Cuando se enteró de todo cuanto hac an sus hijos con todo Israel, y de que yac an con las mujeres que prestaban su servicio a la puerta de la tienda de la reunión,


Contaba El noventa y ocho a os; ten a los ojos inmóviles y no pod a ver.