Llegó un fugitivo y se lo comunicó a Abrán, el hebreo, que acampaba junto al encinar de Mamré, el amorreo, hermano de Escol y de Aner, aliados de Abrán.
1 Samuel 29:3 - Biblia Castilian 2003 Preguntaron entonces los jefes filisteos: 'Y estos hebreos ¿qué hacen aqu ?'. Respondió Aqu s a los jefes filisteos: '¿No es éste David, súbdito de Saúl, rey de Israel, que está conmigo desde hace un a o o dos? Yo nada he encontrado contra él desde el d a en que vino a m hasta hoy'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y dijeron los príncipes de los filisteos: ¿Qué hacen aquí estos hebreos? Y Aquis respondió a los príncipes de los filisteos: ¿No es este David, el siervo de Saúl rey de Israel, que ha estado conmigo por días y años, y no he hallado falta en él desde el día que se pasó a mí hasta hoy? Biblia Nueva Traducción Viviente Pero los comandantes filisteos reclamaron: —¿Qué hacen aquí estos hebreos? Y Aquis les dijo: —Este es David, el siervo de Saúl, rey de Israel. Él ha estado conmigo por años, y no he encontrado en él ninguna falta, desde que llegó hasta el día de hoy. Biblia Católica (Latinoamericana) Los jefes de los filisteos preguntaron a Aquis: '¿Quiénes son esos hebreos?' Aquis les respondió: 'Pero si es David, el servidor de Saúl rey de Israel. Hace ya mucho tiempo, tal vez dos años, que está conmigo y nunca he tenido que quejarme de él desde que se pasó a mi lado'. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces los príncipes de los filisteos dijeron: ¿Qué hacen aquí estos hebreos? Y Aquís respondió a los príncipes de los filisteos: ¿No es éste David, el siervo de Saúl, rey de Israel, que ha estado conmigo estos días o estos años, y nada malo he hallado en él desde el día en que se pasó a mí hasta hoy? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Preguntaron entonces los jefes filisteos: 'Y estos hebreos ¿qué hacen aquí?'. Respondió Aquís a los jefes filisteos: '¿No es éste David, súbdito de Saúl, rey de Israel, que está conmigo desde hace un año o dos? Yo nada he encontrado contra él desde el día en que vino a mí hasta hoy'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y dijeron los príncipes de los filisteos: ¿Qué hacen aquí estos hebreos? Y Aquís respondió a los príncipes de los filisteos: ¿No es este David, el siervo de Saúl, rey de Israel, que ha estado conmigo algunos días o algunos años y no he hallado falta en él desde el día que se pasó a mí hasta hoy? |
Llegó un fugitivo y se lo comunicó a Abrán, el hebreo, que acampaba junto al encinar de Mamré, el amorreo, hermano de Escol y de Aner, aliados de Abrán.
Entonces el esp ritu se apoderó de Amasay, jefe de los treinta, que exclamó: '¡A ti, David, venimos; a estar contigo, hijo de Jesé! ¡Paz, paz a ti, y paz a quien te ayude, porque tu ayuda es tu Dios!'. Entonces David los recibió y los puso entre los jefes de la tropa.
También de Manasés se pasaron algunos a David cuando fue con los filisteos a luchar contra Saúl, pero éstos no quisieron recibir tal ayuda, porque, reunidos en consejo los pr ncipes de los filisteos, los despacharon, diciendo: 'Se pasará a su se or, Saúl, a costa de nuestras cabezas'.
Los inspectores y los sátrapas buscaron algún asunto de que poder acusar a Daniel en lo relativo a la administración del reino, pero no pudieron encontrar motivos ni faltas, porque era fiel, y por eso no hallaron negligencia alguna ni falta que reprocharle.
Cuando lo vieron, los pont fices y los guardias comenzaron a gritar: '¡Crucif calo! ¡Crucif calo!'. Pilato les contesta: 'Tomadlo vosotros y crucificadlo; porque yo no encuentro delito en él'.
A nadie devolváis mal por mal. Procurad hacer el bien ante todos los hombres.
pero con modales amables y respetuosos. Tened la conciencia limpia, y as, los que difaman vuestra buena conducta en Cristo quedarán confundidos por hablar mal de vosotros.
Se presentaron los dos a la vista de la guarnición de los filisteos y éstos dijeron: 'Mirad: los hebreos salen de los agujeros donde se hab an escondido'.
Perdona, te suplico, la falta de tu sierva, porque Yahveh hará una casa estable a mi se or, puesto que mi se or combate las guerras de Yahveh, y el mal no te alcanzará en tus d as.
Pero David se dijo en sus adentros: 'Algún d a voy a perecer a manos de Saúl. Nada mejor para m que escaparme a tierra de los filisteos, para que as Saúl desista de volver en mi busca por todo el territorio de Israel. As me libraré de sus manos'.
Llamó entonces Aqu s a David y le dijo: 'Por vida de Yahveh, que tú eres leal y que me gustar a verte entrar y salir conmigo en el campamento, pues nada malo he hallado en ti desde el d a en que viniste a m hasta hoy. Pero no eres grato a los ojos de los jefes.
Oyeron los filisteos el clamor del griter o y se dijeron: '¿Qué significa ese estruendo tan grande en el campamento de los hebreos?'. Y supieron que el arca de Yahveh hab a llegado al campamento.