La encontró el ángel de Yahveh junto a un manantial de agua en el desierto, el manantial que está camino de Sur,
1 Samuel 27:9 - Biblia Castilian 2003 David saqueaba estas tierras, sin dejar con vida ni a hombres ni a mujeres, y se apoderaba de ovejas, de ganado vacuno, de asnos, de camellos y de vestidos. Cuando volv a, se presentaba a Aqu s. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y asolaba David el país, y no dejaba con vida hombre ni mujer; y se llevaba las ovejas, las vacas, los asnos, los camellos y las ropas, y regresaba a Aquis. Biblia Nueva Traducción Viviente David no dejaba ni a una sola persona con vida en los pueblos que atacaba. Tomaba las ovejas, las cabras, el ganado, los burros, los camellos y la ropa, antes de volver a casa para ver al rey Aquis. Biblia Católica (Latinoamericana) David devastó el territorio; no dejaba a nadie con vida, ni hombre ni mujer; les quitaba las ovejas, los bueyes, los burros, los camellos y todas sus prendas de vestir; luego regresaba donde Aquis. La Biblia Textual 3a Edicion Y David atacaba aquella tierra y no dejaba vivo hombre ni mujer; y se llevaba las ovejas, los bueyes, los asnos, los camellos y los bagajes. Luego se volvía y regresaba a Aquís. Biblia Serafín de Ausejo 1975 David saqueaba estas tierras, sin dejar con vida ni a hombres ni a mujeres, y se apoderaba de ovejas, de ganado vacuno, de asnos, de camellos y de vestidos. Cuando volvía, se presentaba a Aquís. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y hería David el país, y no dejaba con vida hombre ni mujer: y se llevaba las ovejas y las vacas y los asnos y los camellos y las ropas; y venía y regresaba a Aquís. |
La encontró el ángel de Yahveh junto a un manantial de agua en el desierto, el manantial que está camino de Sur,
Sus descendientes habitaron la región que se extiende desde Javilá hasta Sur, que está frente a Egipto, en dirección a Asur. Se estableció enfrente de todos sus hermanos.
Su hacienda se compon a de siete mil ovejas, tres mil camellos, quinientas yuntas de bueyes y quinientas asnas. Contaba, además, con una numerosa servidumbre. Era el más rico entre todos los hijos de Oriente.
Moisés hizo partir a los israelitas del mar de los Juncos y se dirigieron hacia el desierto de Sur. Caminaron tres d as por el desierto y no encontraron agua.
Entregaron al anatema, al filo de la espada, cuanto hab a en la ciudad: hombres y mujeres, ni os y ancianos, y hasta el ganado mayor y menor, y los asnos.
Ahora, pues, vete a derrotar a Amalec y condénalo al anatema con cuanto le pertenezca, sin sentir compasión de él. Darás muerte a todos, hombres y mujeres, adolescentes y ni os de pecho, bueyes y ovejas, camellos y asnos'.
Saúl derrotó a los amalecitas desde Javilá en dirección de Sur, que está al este de Egipto.
Apresó vivo a Agag, rey de Amalec, y pasó a filo de espada a todo el pueblo, en cumplimiento del anatema.