1 Samuel 24:8 - Biblia Castilian 2003 Y con estas palabras contuvo a sus hombres y no les permitió que se arrojaran sobre Saúl. Saúl se levantó, salió de la cueva y siguió su camino. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 También David se levantó después, y saliendo de la cueva dio voces detrás de Saúl, diciendo: ¡Mi señor el rey! Y cuando Saúl miró hacia atrás, David inclinó su rostro a tierra, e hizo reverencia. Biblia Nueva Traducción Viviente David salió y le gritó: —¡Mi señor el rey! Cuando Saúl miró hacia atrás, David se inclinó hasta el suelo delante de él. Biblia Católica (Latinoamericana) Y mediante esas palabras David impidió que sus hombres se lanzaran contra Saúl. David se paró y fue a cortar suavemente un trozo del manto de Saúl, La Biblia Textual 3a Edicion Enseguida se levantó también David, y saliendo de la cueva dio voces tras Saúl, diciendo: ¡Oh rey señor mío! Y mirando Saúl tras de sí, David inclinó su rostro a tierra y se postró. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y con estas palabras contuvo a sus hombres y no les permitió que se arrojaran sobre Saúl. Saúl se levantó, salió de la cueva y siguió su camino. Biblia Reina Valera Gómez (2023) También David se levantó después, y saliendo de la cueva dio voces a las espaldas de Saúl, diciendo: ¡Mi señor el rey! Y como Saúl miró atrás, David inclinó su rostro a tierra, e hizo reverencia. |
Se inclinó Betsabé rostro en tierra, se postró ante el rey y exclamó: '¡Viva mi se or, el rey David, por siempre!'.
Honra a tu padre y a tu madre, para que se prolonguen tus d as sobre la tierra que Yahveh, tu Dios, te va a dar.
Dad a cada uno lo debido: a quien el tributo, el tributo; a quien el impuesto, el impuesto; a quien el respeto, el respeto; a quien el honor, el honor.
Se fue el muchacho, y David se levantó de junto a la piedra y, cayendo rostro en tierra, se postró tres veces. Después se besaron uno al otro, sollozando ambos, aunque más David.
Y dijo a sus hombres: 'L breme Yahveh de hacerle semejante cosa a mi se or, el ungido de Yahveh, y de poner mi mano sobre él, porque es el ungido de Yahveh'.
David se levantó a continuación, salió de la cueva y empezó a gritar tras de Saúl: '¡Mi se or, el rey!'. Saúl volvió la vista atrás y David se inclinó rostro en tierra y se postró.
Saúl reconoció la voz de David, y le preguntó: '¿No es tu voz, hijo m o, David?'. David respondió: 'S; es mi voz, oh rey, mi se or'.
Saúl le preguntó: '¿Qué forma tiene?'. Respondió ella: 'La de un anciano en actitud de subir, y está cubierto con un manto'. Saúl comprendió que era Samuel e inclinándose se postró rostro en tierra.