No se acordó el rey Joás de la benevolencia que Joadá, padre de Zacar as, le hab a mostrado, sino que mató a su hijo, quien dijo al morir: 'Que Yahveh lo vea y te lo demande'.
1 Samuel 24:15 - Biblia Castilian 2003 ¿Tras de quién ha salido a la guerra el rey de Israel? ¿A quién persigues tú? ¡A un perro muerto, a una pulga! Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Jehová, pues, será juez, y él juzgará entre tú y yo. Él vea y sustente mi causa, y me defienda de tu mano. Biblia Nueva Traducción Viviente Por lo tanto, que el Señor juzgue quién de nosotros tiene la razón y que castigue al culpable. ¡Él es mi defensor y me rescatará de su poder! Biblia Católica (Latinoamericana) ¿Tras quién salió el rey de Israel? ¿A quién persigue? ¿A un perro muerto, a una pulga? La Biblia Textual 3a Edicion Sea YHVH el juez, y juzgue entre tú y yo; y defienda mi causa y me libre de tu mano. Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¿Tras de quién ha salido a la guerra el rey de Israel? ¿A quién persigues tú? ¡A un perro muerto, a una pulga! Biblia Reina Valera Gómez (2023) Jehová, pues, será Juez, y Él juzgará entre tú y yo. Él vea, y sustente mi causa, y me defienda de tu mano. |
No se acordó el rey Joás de la benevolencia que Joadá, padre de Zacar as, le hab a mostrado, sino que mató a su hijo, quien dijo al morir: 'Que Yahveh lo vea y te lo demande'.
De David. Impugna, Se or, a los que a m me impugnan, combate tú contra los que me hacen guerra;
Decide, Dios, de m y defiende mi causa de la gente sin piedad; l brame tú del astuto y del perverso.
¡Escuchad, pueblos todos! ¡Atiende, tierra, y cuanto contienes! Sea testigo el Se or Yahveh contra vosotros, el Se or desde su santo templo.
Soportaré la ira de Yahveh, pues pequé contra Él, hasta que juzgue mi causa y falle mi juicio. Luego me sacará a la luz y veré su justicia.
Yo, pues, no he pecado contra ti; y en cambio, tú me haces da o al declararme la guerra. ¡Que Yahveh, el juez, juzgue hoy entre los israelitas y los amonitas!'.
Dijo entonces el filisteo a David: '¿Soy yo acaso un perro, para que vengas a m con palos?'. Y el filisteo, invocando a sus dioses, maldijo a David.
Mira, padre m o; mira en mi mano la orla de tu manto. Yo te la corté, pero no te maté. Reconoce y mira que no hay en m maldad ni rebeld a. Yo no he pecado contra ti; no obstante, tú andas a la caza de mi vida para quitármela.
Cuando supo David que Nabal hab a muerto, exclamó: '¡Bendito sea Yahveh, que me ha hecho justicia por el ultraje que recib de Nabal, y que ha preservado a su siervo de cometer el mal, mientras que ha hecho recaer la maldad de Nabal sobre su propia cabeza!'. Luego David mandó a decir a Abigail que quer a tomarla por esposa.
Que no caiga ahora mi sangre en tierra, lejos de la faz de Yahveh. El rey de Israel ha salido en busca de una pulga, como se persigue una perdiz en los montes'.
envió esp as para cerciorarse del lugar exacto adonde Saúl hab a llegado.