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1 Samuel 2:17 - Biblia Castilian 2003

As, el pecado de estos jóvenes era extremadamente grande a los ojos de Yahveh, porque atra an el descrédito sobre las ofrendas a Yahveh.

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Era, pues, muy grande delante de Jehová el pecado de los jóvenes; porque los hombres menospreciaban las ofrendas de Jehová.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Así que el pecado de estos jóvenes era muy serio ante los ojos del Señor, porque trataban las ofrendas del Señor con desprecio.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

El pecado de esos jóvenes era muy grande a los ojos de Yavé porque desacreditaban la ofrenda que se hace a Yavé.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Así el pecado de los jóvenes era muy grave delante de YHVH, porque tales hombres menospreciaban las ofrendas de YHVH.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Así, el pecado de estos jóvenes era extremadamente grande a los ojos de Yahveh, porque atraían el descrédito sobre las ofrendas a Yahveh.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Era, pues, muy grande delante de Jehová el pecado de los jóvenes; porque los hombres menospreciaban las ofrendas de Jehová.

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Lòt tradiksyon



1 Samuel 2:17
11 Referans Kwoze  

Fue un esforzado cazador delante de Yahveh, y por eso se dice: 'Magn fico cazador ante Yahveh, como Nimrod'.


Eran los habitantes de Sodoma en gran manera malos y pecadores ante Yahveh.


La tierra se pervirtió ante Dios y estaba llena de violencia.


Incluso hizo pasar por el fuego a su propio hijo, creyó en los presagios y los encantamientos y consultó a nigromantes y adivinos. Hizo, en fin, de muchas maneras todo lo que es malo a los ojos de Yahveh, provocando as su ira.


lávame bien de mis iniquidades, purif came tú de mis delitos.


Jerusalén tropieza y Judá se derrumba: porque su lengua y sus obras van contra Yahveh, desafiando su mirada gloriosa.


Todav a hacéis otra cosa: cubr s de lágrimas el altar de Yahveh, de lloros y gemidos, porque él ya no se interesa por la oblación ni la acepta de vuestras manos con agrado.


¡Ay del mundo por los escándalos! Porque es inevitable que los haya, pero ¡ay del hombre por quien viene el escándalo!


Y si el hombre le dec a: 'Hay que quemar primero la grasa, después tomarás lo que te plazca', le respond a el criado: 'No; me lo darás ahora mismo, si no, lo tomaré por la fuerza'.


Yo le anuncié que iba a condenar su casa para siempre, por la iniquidad que él conoc a; a saber, que sus hijos despreciaban a Dios, y no los corrigió.