Mientras Labán estaba en el esquileo de su reba o, Raquel hurtó los terafim de su padre.
1 Samuel 19:13 - Biblia Castilian 2003 Mical tomó luego los terafim y los colocó en el lecho; puso a la cabecera un tejido de pelo de cabra y lo tapó con un cobertor. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Tomó luego Mical una estatua, y la puso sobre la cama, y le acomodó por cabecera una almohada de pelo de cabra y la cubrió con la ropa. Biblia Nueva Traducción Viviente Luego ella tomó un ídolo y lo puso en la cama de su esposo, lo cubrió con mantas y puso un cojín de pelo de cabra sobre la cabeza. Biblia Católica (Latinoamericana) Mical acostó entonces en la cama uno de los ídolos que tenía en la casa, le puso en la cabeza una peluca de pelo de cabra y lo tapó con una manta. La Biblia Textual 3a Edicion Y tomó Mical un ídolo doméstico° y lo colocó en el lecho, y le puso en la cabecera un paño de pelo de cabra, y lo cubrió con un cobertor. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Mical tomó luego los terafim y los colocó en el lecho; puso a la cabecera un tejido de pelo de cabra y lo tapó con un cobertor. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Tomó luego Mical una estatua, y la puso sobre la cama, y le acomodó por cabecera una almohada de pelo de cabra, y la cubrió con ropa. |
Mientras Labán estaba en el esquileo de su reba o, Raquel hurtó los terafim de su padre.
Porque durante mucho tiempo estarán los hijos de Israel sin rey y sin pr ncipe, sin sacrificio y sin estela, sin efod y sin terafim.
De este modo llegó a tener Micá un santuario. Fabricó también un efod y terafim y además ungió a uno de sus hijos como sacerdote.
Los cinco hombres que hab an explorado la tierra de Lais tomaron la palabra y dijeron a sus hermanos: '¿No sabéis que en aquellas casas hay un efod, unos terafim, una estatua y una imagen de metal fundido? Considerad ahora lo que habéis de hacer'.
Los cinco hombres que hab an ido a explorar el pa s entraron, se apoderaron de la estatua, del efod, de los terafim y de la imagen de metal fundido, mientras el sacerdote estaba a la entrada de la puerta con los seiscientos hombres armados.
Cuando llegaron los emisarios, se encontraron con los terafim en el lecho y un tejido de pelo de cabra a la cabecera.