Sus hermanos le cobraron envidia, pero su padre rumiaba aquellas palabras.
1 Samuel 18:8 - Biblia Castilian 2003 Se irritó Saúl sobremanera y le disgustaron profundamente tales palabras, pues dec a: 'A David le dan diez mil, a m sólo mil; ya sólo le falta el reino'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y se enojó Saúl en gran manera, y le desagradó este dicho, y dijo: A David dieron diez miles, y a mí miles; no le falta más que el reino. Biblia Nueva Traducción Viviente Esto hizo que Saúl se enojara mucho. «¿Qué es esto? —dijo—. Le dan crédito a David por diez miles y a mí solamente por miles. ¡Solo falta que lo hagan su rey!». Biblia Católica (Latinoamericana) Eso le disgustó mucho a Saúl quien se enojó. Se dijo: 'Le han dado diez mil a David y a mí sólo mil, no le falta más que la realeza'. La Biblia Textual 3a Edicion Y Saúl se indignó en gran manera, pues ese dicho le pareció malo ante sus ojos, y dijo: A David le dan diez miles y a mí me dan miles. ¡No le falta sino el reino! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Se irritó Saúl sobremanera y le disgustaron profundamente tales palabras, pues decía: 'A David le dan diez mil, a mí sólo mil; ya sólo le falta el reino'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y se enojó Saúl en gran manera, y le desagradó este dicho, y dijo: A David dieron diez miles, y a mí miles; no le falta más que el reino. |
Sus hermanos le cobraron envidia, pero su padre rumiaba aquellas palabras.
Dijéronle sus hermanos: '¿Es que vas a reinar sobre nosotros o quieres dominarnos?'. Y sus hermanos lo odiaron todav a más por causa de sus sue os y de sus palabras.
Respondió el rey Salomón a su madre: '¿Por qué pides a Abisag, la sunamita, para Adon as? Ya sólo falta que pidas para él también el reino, pues es mi hermano mayor y están de su parte el sacerdote Abiatar y Joab, hijo de Servia'.
Amán comprobó que Mardoqueo no se arrodillaba ni se postraba ante él, y se llenó de ira.
Cruel es el furor, hirviente la cólera, pero ¿quién resistirá a los celos?
He visto que todo esfuerzo y todo triunfo en el trabajo provoca la envidia del hombre contra su prójimo. También eso es vanidad y atrapar viento.
Aconteció que el pueblo profirió amargos lamentos que sonaron mal a los o dos de Yahveh. Yahveh lo oyó, se encendió su ira y ardió contra ellos un fuego de Yahveh que devoró un extremo del campamento.
Dijo Balaán al ángel de Yahveh: 'He pecado; no sab a que tú estabas ante m en el camino. Pero ahora mismo, si el viaje te desagrada, me volveré'.
¿O creéis que dice en vano la Escritura: 'A la envidia tiende el esp ritu que Dios puso en nosotros?'.
Pero ahora tu reinado no se consolidará. Yahveh se ha buscado un hombre según su corazón y lo ha establecido por caudillo de su pueblo, ya que no has cumplido lo que Yahveh te ordenó'.
Le dijo entonces Samuel: 'Hoy ha rasgado Yahveh de ti el reino de Israel, para entregárselo a otro mejor que tú.
Tomó Samuel el cuerno del aceite y lo ungió en presencia de sus hermanos. Y el esp ritu de Yahveh se apoderó de David desde aquel d a en adelante. Luego Samuel se levantó y se fue a Ramá.
Saúl comunicó a su hijo Jonatán y a todos sus servidores su intención de dar muerte a David, pero Jonatán, hijo de Saúl, sent a gran afecto por David.
Porque mientras viva el hijo de Jesé sobre la tierra, tú no estarás seguro, ni tampoco tu reino. Manda, pues, traérmelo ahora mismo, porque es reo de muerte'.