Dijo Jacob a los de su casa y a todos los que estaban con él: 'Retirad los dioses extranjeros que hay entre vosotros; purificaos y mudaos los vestidos.
1 Samuel 16:5 - Biblia Castilian 2003 Él respondió: '¡De paz! He venido a ofrecer un sacrificio a Yahveh. Purificaos y venid conmigo al sacrificio'. Purificó a Jesé y a sus hijos y los invitó al sacrificio. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Él respondió: Sí, vengo a ofrecer sacrificio a Jehová; santificaos, y venid conmigo al sacrificio. Y santificando él a Isaí y a sus hijos, los llamó al sacrificio. Biblia Nueva Traducción Viviente —Sí —contestó Samuel—, vine para ofrecer un sacrificio al Señor. Purifíquense y vengan conmigo al sacrificio. Luego Samuel realizó el rito de purificación para Isaí y sus hijos y también los invitó al sacrificio. Biblia Católica (Latinoamericana) Sí, respondió, en son de paz. He venido a ofrecer un sacrificio a Yavé. Purifíquense y vengan conmigo al sacrificio'. Fue a purificar a Jesé y a invitarlo al sacrificio junto con sus hijos. La Biblia Textual 3a Edicion Y él dijo: ¡Paz! He venido para ofrecer sacrificio a YHVH. Purificaos vosotros y venid conmigo al sacrificio. Después purificó a Isaí con sus hijos y los invitó al sacrificio. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Él respondió: '¡De paz! He venido a ofrecer un sacrificio a Yahveh. Purificaos y venid conmigo al sacrificio'. Purificó a Jesé y a sus hijos y los invitó al sacrificio. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y él respondió: Sí, vengo a ofrecer sacrificio a Jehová; santificaos, y venid conmigo al sacrificio. Y santificando él a Isaí y a sus hijos, los llamó al sacrificio. |
Dijo Jacob a los de su casa y a todos los que estaban con él: 'Retirad los dioses extranjeros que hay entre vosotros; purificaos y mudaos los vestidos.
Adon as, hijo de Jaguit, se presentó a Betsabé, madre de Salomón, la cual le preguntó: '¿Vienes en son de paz?'. Él le respondió: 'S, en son de paz'.
Salió David a su encuentro y les dijo: 'Si ven s a m en son de paz para prestarme ayuda, mi corazón estará con vosotros; pero si es para traicionarme en favor de mis enemigos, no habiendo violencia en mis manos, que el Dios de nuestros padres lo vea y lo castigue'.
Una vez terminados los d as de banquete, Job los hac a venir para purificarlos y, levantándose muy de ma ana, ofrec a un holocausto por cada uno de ellos, pues se dec a para s: 'Quizá mis hijos hayan pecado y maldecido a Dios en su corazón'. As hac a Job constantemente.
Después dijo Yahveh a Moisés: 'Vuélvete a tu pueblo y haz que se purifique hoy y ma ana. Que laven sus vestidos,
reunid al pueblo, santificad la reunión, congregad a los ancianos, reunid a los jóvenes y hasta a los ni os de pecho. Salga el esposo de su alcoba, y la esposa de su tálamo.
¡Silencio ante el Se or Yahveh, porque el d a de Yahveh está cerca! S; Yahveh ha preparado un sacrificio, ha consagrado a sus invitados.
Se dispersaba el pueblo para recogerlo; luego lo mol an en molinos o lo majaban en morteros, lo coc an en ollas y hac an con él tortas. Su sabor era como el de torta amasada con aceite.
Y Josué dijo al pueblo: 'Purificaos, porque ma ana obrará Yahveh portentos en medio de vosotros'.
Levántate, pues, purifica al pueblo y diles: 'Purificaos para ma ana, porque as habla Yahveh, el Dios de Israel: hay anatema en medio de Israel y no podrás hacer frente a tus enemigos hasta que apartéis de vosotros el anatema.
Saúl no dijo nada aquel d a, pues pensó: '¡Será casualidad! No estará puro, por no haber podido purificarse'.