Tuya es, oh Yahveh, la grandeza, el poder o, la magnificencia, el esplendor y la majestad, pues tuyo es cuanto hay en el cielo y en la tierra. Tuya es, oh Yahveh, la realeza, pues tú te alzas sobre todas las cosas como due o
1 Samuel 15:29 - Biblia Castilian 2003 Y el que es el esplendor de Israel no miente ni se arrepiente, porque él no es un hombre para arrepentirse'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Además, el que es la Gloria de Israel no mentirá, ni se arrepentirá, porque no es hombre para que se arrepienta. Biblia Nueva Traducción Viviente Y aquel que es la Gloria de Israel, no mentirá ni cambiará de parecer porque no es humano para que cambie de parecer. Biblia Católica (Latinoamericana) El que es la Gloria de Israel no puede mentir ni arrepentirse'. La Biblia Textual 3a Edicion Además, la Gloria de Israel no miente ni se arrepiente, porque no es hombre para que se arrepienta. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y el que es el esplendor de Israel no miente ni se arrepiente, porque él no es un hombre para arrepentirse'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y también el Poderoso de Israel no mentirá, ni se arrepentirá: porque Él no es hombre para que se arrepienta. |
Tuya es, oh Yahveh, la grandeza, el poder o, la magnificencia, el esplendor y la majestad, pues tuyo es cuanto hay en el cielo y en la tierra. Tuya es, oh Yahveh, la realeza, pues tú te alzas sobre todas las cosas como due o
Reconoced fuerza al Se or: sobre Israel está su orgullo y en las nubes su potencia.
diciendo: 'Sólo en Yahveh están los actos justos y la fuerza''. A Él vendrán avergonzados todos los que se irritaban contra Él.
Yo, Yahveh, he hablado; está para llegar y lo haré. No cejaré, no sentiré pena ni me arrepentiré. Te juzgarán según tu conducta y según tus acciones - oráculo del Se or Yahveh.'
No es Dios un hombre que pueda mentir, ni hijo de hombre que deba retractarse. ¿Es que él dice y no hace? ¿Es que él promete y no cumple?
Pero él me dijo: 'Te basta mi gracia; pues mi poder se manifiesta en la flaqueza'. Muy a gusto, pues, me gloriaré de mis flaquezas, para que en m resida el poder de Cristo.
El Dios de anta o es lugar de refugio, y un soporte, sus brazos eternos; él arrojó de delante de ti al enemigo, y ordenó: ¡extermina!
si le somos infieles, él sigue siendo fiel, pues no puede negarse a s mismo.
con la esperanza de una vida eterna, prometida desde antes de los siglos por el Dios que nunca miente
para que por estas dos cosas irrevocables, en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos poderoso aliento los que nos acogemos a él, para asirnos a la esperanza que se nos presenta.
mientras que éste lo ha sido con juramento, pronunciado por aquel que le dijo: Lo ha jurado el Se or y no se torna: tú eres sacerdote para siempre.