se arrepintió Yahveh de haber hecho al hombre en la tierra, se dolió en su corazón,
1 Samuel 15:11 - Biblia Castilian 2003 'Me arrepiento de haber constituido rey a Saúl, porque se ha apartado de m y no ha ejecutado mis órdenes'. Afligióse Samuel y pasó toda la noche clamando a Yahveh. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Me pesa haber puesto por rey a Saúl, porque se ha vuelto de en pos de mí, y no ha cumplido mis palabras. Y se apesadumbró Samuel, y clamó a Jehová toda aquella noche. Biblia Nueva Traducción Viviente «Lamento haber hecho a Saúl rey, porque no me ha sido leal y se ha negado a obedecer mi mandato». Al oírlo, Samuel se conmovió tanto que clamó al Señor durante toda la noche. Biblia Católica (Latinoamericana) Me pesa de haber dado la realeza a Saúl, porque se apartó de mí y no obedeció mis órdenes'. Samuel se sintió muy disgustado por eso y suplicó a Yavé toda la noche. La Biblia Textual 3a Edicion Me pesa haber designado a Saúl como rey, porque ha dejado de seguirme, y no ha cumplido mis mandamientos. Y Samuel se apesadumbró, y clamó a YHVH toda aquella noche. Biblia Serafín de Ausejo 1975 'Me arrepiento de haber constituido rey a Saúl, porque se ha apartado de mí y no ha ejecutado mis órdenes'. Afligióse Samuel y pasó toda la noche clamando a Yahveh. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Me pesa el haber puesto por rey a Saúl, porque se ha vuelto de en pos de mí, y no ha cumplido mis palabras. Y se apesadumbró Samuel, y clamó a Jehová toda aquella noche. |
se arrepintió Yahveh de haber hecho al hombre en la tierra, se dolió en su corazón,
y dijo: 'Voy a barrer de la faz de la tierra al hombre que he creado, desde el hombre hasta los animales domésticos, y hasta los reptiles, y las aves del cielo, pues me pesa de haberlos hecho'.
Pero cuando el ángel iba a extender su mano contra Jerusalén para destruirla, se arrepintió Yahveh del mal y dijo al ángel que exterminaba al pueblo: '¡Basta ya! ¡Retira tu mano!'. El ángel de Yahveh estaba entonces junto a la era de Arauná, el jebuseo.
Yahveh se irritó contra Salomón porque éste hab a apartado su corazón de Yahveh, Dios de Israel, que se le hab a aparecido en dos ocasiones
As murió Saúl, por haber prevaricado contra Yahveh, pues no cumplió la palabra de Yahveh y, además, consultó a la nigromante.
Envió Dios un ángel a Jerusalén para arrasarla. Pero, cuando la estaba arrasando, miró Yahveh y se arrepintió de aquel estrago. Y dijo al ángel exterminador: '¡Basta! ¡Retira ya tu mano!'. El ángel de Yahveh estaba junto a la era de Ornán, el jebuseo.
Lo ha jurado el Se or y no se torna: Tú eres sacerdote para siempre, según el rito de Melquisedec.
Mas al que tiende a lo torcido que el Se or lo conduzca con los art fices del mal. ¡La paz sobre Israel!
para volver siempre de nuevo a provocarle, a contristar al Santo de Israel!
Como sus padres, cedieron, traicionaron, como el arco que falla, se volvieron.
Moisés trató de apaciguar la faz de Yahveh, su Dios, diciendo: '¿Por qué, oh Yahveh, ha de encenderse tu ira contra tu pueblo, al que sacaste del pa s de Egipto con gran poder y mano fuerte?
han vuelto a las iniquidades de sus antepasados, que rehusaron escuchar mis palabras y se fueron tras otros dioses para servirlos. La casa de Israel y la casa de Judá han roto la alianza que estipulé con sus padres.
Si no escucháis esto, llorará en secreto mi alma ante tal orgullo, se deshará en lágrimas; derramarán lágrimas mis ojos, porque es llevada cautiva la grey de Yahveh.
Pero os habéis arrepentido, y as habéis profanado mi nombre, haciendo volver cada uno a su esclavo y a su esclava, a los que hab ais dejado libres según su deseo, y los habéis reducido de nuevo a esclavitud'.
¡Quién me diera en el desierto un albergue de caminantes! Abandonar a a mi pueblo, me marchar a de su lado, pues todos son adúlteros, una banda de traidores.
¡S ! ¡Escuchad! De Sión se oye un lamento: ¡Ay! Cómo estamos oprimidos, se nos cae la cara de vergüenza; pues hemos tenido que abandonar el pa s, porque han derribado nuestras moradas.
'Pero si el justo se aparta de su justicia y comete una injusticia, haciendo todas las abominaciones que suele hacer el malvado, ¿vivirá? Ninguna de las obras justas que hizo se le tendrá en cuenta; por la infidelidad que cometió y por el pecado que hizo, por ellos morirá'.
Al ver Dios lo que hac an y cómo se hab an convertido de su mala conducta, se arrepintió del mal con que los hab a amenazado y no lo ejecutó.
y oró as a Yahveh: '¡Ah Yahveh! ¿No era esto lo que yo me dec a cuando aún estaba en mi pa s? Por eso me apresuré a huir a Tarsis, pues sab a que tú eres clemente y misericordioso, lento a la ira y rico en bondad, y que te arrepientes del mal con que amenazas.
a los que se apartan de Yahveh, a los que no lo buscan ni van a su encuentro.
Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen:
Por aquellos d as, salió hacia el monte para orar y pasó la noche en oración ante Dios.
Mi justo vivirá por la fe; pero, si vuelve atrás, no pondré yo en él mi complacencia.
'Esto ha dicho la comunidad de Yahveh en pleno: '¿Qué perfidia es ésta que habéis cometido contra el Dios de Israel, apartándoos de Yahveh, construyéndoos un altar y rebelándoos hoy contra Yahveh?
Por mi parte, lejos de m el pecar contra Yahveh dejando de interceder por vosotros y de mostraros el camino bueno y recto.
Replicó Samuel a Saúl: 'Te has comportado como un necio. No has observado el mandato que Yahveh, tu Dios, te impuso. Yahveh estaba dispuesto a confirmar tu realeza sobre Israel para siempre.
Ahora, pues, vete a derrotar a Amalec y condénalo al anatema con cuanto le pertenezca, sin sentir compasión de él. Darás muerte a todos, hombres y mujeres, adolescentes y ni os de pecho, bueyes y ovejas, camellos y asnos'.
Samuel no volvió a ver a Saúl hasta el d a de su muerte. Pero Samuel se lamentaba por Saúl, porque Yahveh se hab a arrepentido de haberlo constituido rey de Israel.
Pero Saúl y el ejército dejaron con vida a Agag y lo más selecto del ganado mayor y menor, a los animales cebados, a los corderos y todo lo que ten a valor. No quisieron consagrarlo al anatema. Sólo dedicaron al anatema lo vil y despreciable.
Yahveh dijo a Samuel: '¿Hasta cuándo vas a estar lamentándote por Saúl, una vez que yo lo he rechazado para que no sea rey de Israel? Llena tu cuerno de aceite y vete adonde te env o, a la casa de Jesé, de Belén, porque he visto entre sus hijos un rey para m '.
Desagradó a Samuel que le dijeran: 'Danos un rey que nos gobierne'. Y Samuel oró a Yahveh.