He bajado para liberarlo de la mano de los egipcios y subirlo de ese pa s a una tierra buena y espaciosa, a una tierra que mana leche y miel, al lugar donde viven los cananeos, los hititas, los amorreos, los perizeos, los jiveos y los jebuseos.
1 Samuel 14:25 - Biblia Castilian 2003 Llegó entonces todo el ejército a un bosque donde hab a miel por el suelo. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y todo el pueblo llegó a un bosque, donde había miel en la superficie del campo. Biblia Nueva Traducción Viviente aun cuando en el suelo del bosque todos habían encontrado panales de miel. Biblia Católica (Latinoamericana) Había miel en ese lugar. La Biblia Textual 3a Edicion Y todo el pueblo llegó a un bosque donde había miel sobre la superficie del suelo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Llegó entonces todo el ejército a un bosque donde había miel por el suelo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y todo el pueblo llegó a un bosque donde había miel en la superficie del campo. |
He bajado para liberarlo de la mano de los egipcios y subirlo de ese pa s a una tierra buena y espaciosa, a una tierra que mana leche y miel, al lugar donde viven los cananeos, los hititas, los amorreos, los perizeos, los jiveos y los jebuseos.
Éste fue su relato: 'Llegamos a la tierra adonde nos mandaste; realmente mana leche y miel, y éstos son sus frutos.
no sea que digan los del pa s del cual nos sacaste: 'Por no haber podido Yahveh hacerlos entrar en el pa s que les hab a prometido, y porque los odiaba, los sacó fuera, para hacerlos morir en el desierto'.
La recogió en sus manos, y se la comió según iba caminando. Cuando llegó adonde estaban su padre y su madre les dio para que la comieran, sin declararles que hab a recogido la miel del cadáver del león.
Estaban aquel d a los israelitas extenuados. Saúl hab a conjurado al pueblo: '¡Maldito quien coma algo antes del atardecer, antes de que me vengue de mis enemigos!'. Por ello, nadie de la tropa probó bocado.
Entró la gente en el bosque y vió cómo hab a miel destilada, pero nadie se atrevió a llevársela a la boca, por miedo a la imprecación.