Pasado el mediod a, se entregaron a arrebatos proféticos, hasta la hora de ofrecer la oblación; pero no hubo voz ni escucha ni respuesta.
1 Samuel 10:5 - Biblia Castilian 2003 Después llegarás a Guibeá de Dios, donde hay una guarnición de filisteos, y al entrar en la ciudad te encontrarás con un grupo de profetas que bajan del lugar alto, precedidos de arpas, tambores, flautas y c taras y arrebatados de entusiasmo profético. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Después de esto llegarás al collado de Dios donde está la guarnición de los filisteos; y cuando entres allá en la ciudad encontrarás una compañía de profetas que descienden del lugar alto, y delante de ellos salterio, pandero, flauta y arpa, y ellos profetizando. Biblia Nueva Traducción Viviente »Cuando llegues a Guibeá de Dios, donde está la guarnición de los filisteos, encontrarás a un grupo de profetas que desciende del lugar de adoración. Estarán tocando un arpa, una pandereta, una flauta y una lira, y estarán profetizando. Biblia Católica (Latinoamericana) Después llegarás a Guibea de Dios, donde hay un comisario filisteo. En cuanto entres al pueblo, te cruzarás con una banda de profetas que bajan del santuario alto con arpas, tamboriles, flautas y cítaras, en actitud de profetizar. La Biblia Textual 3a Edicion Después de esto llegarás al collado de Dios donde hay una guarnición de los filisteos: cuando entres en la ciudad, encontrarás allí un grupo de profetas que bajan del alto, precedidos de salterios, panderos, flautas y cítaras, y ellos profetizando. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Después llegarás a Guibeá de Dios, donde hay una guarnición de filisteos, y al entrar en la ciudad te encontrarás con un grupo de profetas que bajan del lugar alto, precedidos de arpas, tambores, flautas y cítaras y arrebatados de entusiasmo profético. Biblia Reina Valera Gómez (2023) De allí vendrás al collado de Dios donde está la guarnición de los filisteos; y cuando entrares allá en la ciudad encontrarás una compañía de profetas que descienden del lugar alto, y delante de ellos salterio, y pandero, y flauta, y arpa, y ellos profetizando: |
Pasado el mediod a, se entregaron a arrebatos proféticos, hasta la hora de ofrecer la oblación; pero no hubo voz ni escucha ni respuesta.
Viéronlo los hijos de los profetas de Jericó, que estaban a alguna distancia, y dijeron: 'El esp ritu de El as está sobre Eliseo'. Fueron a su encuentro y se postraron en tierra ante él.
Los hijos de los profetas que hab a en Betel salieron al encuentro de Eliseo y le dijeron: '¿No sabes tú que Yahveh quiere arrebatar hoy a tu se or por encima de tu cabeza?'. Él respondió: 'S, también yo lo sé. Pero callad'.
Los hijos de los profetas residentes en Jericó se acercaron a Eliseo y le dijeron: '¿No sabes tú que Yahveh quiere arrebatar hoy a tu se or por encima de tu cabeza?'. Respondió él: 'S; también yo lo sé. Pero callad'.
Les segu an cincuenta hombres de entre los hijos de los profetas, que se pararon a cierta distancia frente a ellos, cuando ellos dos se detuvieron junto al Jordán.
Ahora traedme un ta edor de arpa'. Y sucedió que, mientras el ta edor ta a el arpa, la mano de Yahveh se apoderó de Eliseo
Volvió Eliseo a Guilgal. Hab a entonces hambre en la región. Estando los hijos de los profetas sentados ante él, dijo a su criado: 'Pon la olla grande y cuece un potaje para los hijos de los profetas'.
Dijeron los hijos de los profetas a Eliseo: 'Mira que el lugar en que habitamos en tu compa a es demasiado estrecho para nosotros.
David se encontraba entonces en el fort n, mientras una guarnición de filisteos estaba destacada en Belén.
David y todo Israel iban danzando delante de Dios con todas sus fuerzas, cantando al son de c taras, arpas y t mpanos, c mbalos y trompetas.
Hemán y Yedutún tocaban las trompetas y los c mbalos y ten an instrumentos para acompa ar los cánticos a Dios. Los hijos de Yedutún estaban encargados de la puerta.
Asaf era el jefe; Zacar as el segundo; luego: Aziel, Semiramot, Yejiel, Matit as, Eliab, Bena as, Obededón y Yeiel, que tocaban arpas y c taras; Asaf hac a resonar los c mbalos.
Mi boca va a decir sentencias sabias, mi reflexión es sobre cosas hondas:
Procurad conseguir el amor; pero aspirad también a los dones del Esp ritu, sobre todo al de profec a.
En efecto, al llegar all, a Guibeá, le salió al encuentro un grupo de profetas; el esp ritu de Dios se apoderó de él y entró en medio de ellos en trance profético.
Saúl eligió tres mil hombres de Israel. Dos mil estaban con Saúl en Micmás y en el monte de Betel, y mil con Jonatán en Gueba de Benjam n. Al resto del pueblo lo envió Saúl a sus tiendas.
Jonatán derrotó a la guarnición de los filisteos que hab a en Guibeá, y todos los filisteos se enteraron de ello. Saúl hizo entonces tocar la trompeta por todo el pa s para decir: '¡Escuchad, hebreos!'.
Despachó entonces Saúl emisarios para prender a David. Al contemplar un tropel de profetas en actitud de profetizar, presididos por Samuel, también los emisarios fueron presa del esp ritu de Dios y se sintieron arrebatados de entusiasmo profético.
Ellas les respondieron: 'S, justamente ah en frente. Date prisa ahora; pues ha llegado hoy a la ciudad, porque hoy se ofrece un sacrificio por el pueblo en el alto.