Amós respondió as a Amas as: 'Yo no era profeta, ni hijo de profeta, sino ganadero y cultivador de sicómoros.
1 Samuel 10:11 - Biblia Castilian 2003 Y todos los que lo conoc an de antes, al verlo arrebatado de entusiasmo en medio de los profetas, se preguntaban unos a otros: '¿Qué le ha pasado al hijo de Quis? ¿También Saúl entre los profetas?'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y aconteció que cuando todos los que le conocían antes vieron que profetizaba con los profetas, el pueblo decía el uno al otro: ¿Qué le ha sucedido al hijo de Cis? ¿Saúl también entre los profetas? Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando los que conocían a Saúl se enteraron de lo sucedido, exclamaron: «¿Qué? ¿Hasta Saúl es profeta? ¿Cómo se convirtió el hijo de Cis en profeta?». Biblia Católica (Latinoamericana) Al verlo que profetizaba junto con los profetas, todos los que lo conocían de antes se decían unos a otros: '¿Qué le pasó al hijo de Quis? ¿Así que Saúl entró a los profetas?' La Biblia Textual 3a Edicion Y sucedió que cuando todos los que lo conocían anteriormente vieron que ahora profetizaba con los profetas, los del pueblo se decían unos a otros: ¿Qué le ha sucedido al hijo de Cis? ¿También Saúl entre los profetas? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y todos los que lo conocían de antes, al verlo arrebatado de entusiasmo en medio de los profetas, se preguntaban unos a otros: '¿Qué le ha pasado al hijo de Quis? ¿También Saúl entre los profetas?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y aconteció que, cuando todos los que le conocían antes, vieron como profetizaba con los profetas, el pueblo decía el uno al otro: ¿Qué ha sucedido al hijo de Cis? ¿También Saúl entre los profetas? |
Amós respondió as a Amas as: 'Yo no era profeta, ni hijo de profeta, sino ganadero y cultivador de sicómoros.
Pero Yahveh me tomó de detrás del reba o, y Yahveh me dijo: 'Vete, profetiza a mi pueblo Israel'.
Los jud os se quedaban admirados y dec an: '¿Cómo éste sabe de letras, sin haber estudiado?'.
y reconocieron que aquél era el mismo que, sentado, ped a limosna junto a la puerta Preciosa del templo, de modo que se llenaron de estupor y pasmo por lo que le hab a sucedido.
Viendo la entereza de Pedro y de Juan, y habiendo comprobado que eran hombres iletrados y del vulgo, se maravillaban. Reconoc an que eran compa eros de Jesús.
Todos los que le o an se maravillaban y dec an: 'Pero ¿no es éste el que arrasaba en Jerusalén a los que invocaban este nombre, y no hab a venido aqu expresamente a lo mismo, para llevárselos presos ante los pr ncipes de los sacerdotes?'.
Se quitó sus vestidos y fue presa del mismo entusiasmo en presencia de Samuel. Luego quedó tendido en tierra, desnudo, durante todo el d a y toda la noche. Por eso se suele decir: '¿También Saúl entre los profetas?'.