Y además se dijo tu sierva: 'S rvame de alivio la palabra del rey, mi se or; pues es como el ángel de Yahveh para o r lo bueno y lo malo'. ¡Que Yahveh, tu Dios, sea contigo!'.
1 Reyes 3:9 - Biblia Castilian 2003 Concede, pues, a tu siervo un corazón prudente, para que sepa juzgar a tu pueblo y discernir entre lo bueno y lo malo. Porque ¿quién es capaz de juzgar a este pueblo tuyo tan considerable?'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Da, pues, a tu siervo corazón entendido para juzgar a tu pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo malo; porque ¿quién podrá gobernar este tu pueblo tan grande? Biblia Nueva Traducción Viviente Dame un corazón comprensivo para que pueda gobernar bien a tu pueblo, y sepa la diferencia entre el bien y el mal. Pues, ¿quién puede gobernar por su propia cuenta a este gran pueblo tuyo? Biblia Católica (Latinoamericana) Concéde pues a tu servidor que sepa juzgar a tu pueblo y pueda distinguir entre el bien y el mal. ¿Quién podría en realidad gobernar bien a un pueblo tan importante? La Biblia Textual 3a Edicion Da pues a tu siervo un corazón que sepa escuchar, para juzgar a tu pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo malo; porque, ¿quién será capaz de juzgar a este pueblo tuyo tan grande? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Concede, pues, a tu siervo un corazón prudente, para que sepa juzgar a tu pueblo y discernir entre lo bueno y lo malo. Porque ¿quién es capaz de juzgar a este pueblo tuyo tan considerable?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Da, pues, a tu siervo corazón entendido para juzgar a tu pueblo, para discernir entre lo bueno y lo malo; porque ¿quién podrá gobernar este tu pueblo tan grande? |
Y además se dijo tu sierva: 'S rvame de alivio la palabra del rey, mi se or; pues es como el ángel de Yahveh para o r lo bueno y lo malo'. ¡Que Yahveh, tu Dios, sea contigo!'.
Todo el mundo deseaba ver a Salomón para o r la sabidur a que Dios hab a puesto en su corazón.
Se enteró todo Israel de la sentencia que hab a pronunciado el rey y sintieron temor reverencial ante él, pues vieron que en él hab a sabidur a divina para administrar justicia.
Que Yahveh te conceda prudencia y sabidur a cuando te pongas a regir a Israel, para que guardes la ley de Yahveh, tu Dios.
Y a mi hijo Salomón concédele un corazón perfecto, para que guarde tus mandamientos, preceptos y leyes, los ponga todos por obra y edifique el templo cuyos preparativos yo he hecho'.
Dame sabidur a y entendimiento para que pueda dirigir la vida de este pueblo, porque ¿quién podrá gobernar a este pueblo tuyo tan considerable?'.
Tus manos me han creado y me han formado: Yod ensé ame a comprender tus mandamientos.
Sabidur a del prudente es conocer su camino; la locura de los necios es un enga o.
Adquirir sabidur a vale más que el oro, adquirir inteligencia es mejor que la plata.
La sabidur a hace al sabio más fuerte que diez gobernantes en una ciudad.
Pero yo dije: '¡Ah, Se or Yahveh! Mira que no sé hablar, que soy un ni o'.
¿Y tú buscas para ti cosas grandes? No las busques. Porque yo voy a traer desgracias sobre todo mortal - oráculo de Yahveh -, pero a ti te daré tu vida por bot n a dondequiera que vayas.
Es Él quien cambia los tiempos y los momentos, quien destrona y entroniza a los reyes, quien otorga la sabidur a a los sabios y la ciencia a los inteligentes.
' Yo os bautizo con agua como se al de conversión. Pero el que viene detrás de m es más poderoso que yo, y ni siquiera soy digno de llevarle las sandalias; él os bautizará con Esp ritu Santo y fuego.
Juan quer a imped rselo, diciendo: 'Soy yo quien deber a ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a m ?'.
Yo no puedo hacer nada por mi propia cuenta. Juzgo conforme a lo que oigo; y mi juicio es justo, porque no busco hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.
en éstos, fragancia que lleva de muerte a muerte, en aquéllos, fragancia que lleva de vida a vida. Y para esto, ¿quién está capacitado?
Y no es que por nosotros mismos seamos capaces de poner a nuestra cuenta cosa alguna; por el contrario, nuestra capacidad procede de Dios
hasta que lleguéis a discernir los valores de las cosas, para que as seáis puros e irreprochables para el d a de Cristo,
La comida sólida es propia de adultos, o sea, de los que, a fuerza de practicar, tienen desarrollada la sensibilidad para discernir entre lo bueno y lo malo.
Si a alguno de vosotros le falta sabidur a, p dala a Dios, que la da a todos sencillamente y sin echárselo en cara, y se la dará.
Mas la sabidur a de arriba es, ante todo, pura; luego, pac fica, moderada, indulgente, llena de misericordia y de buenos frutos, imparcial, sincera.