Pasado el mediod a, se entregaron a arrebatos proféticos, hasta la hora de ofrecer la oblación; pero no hubo voz ni escucha ni respuesta.
1 Reyes 22:10 - Biblia Castilian 2003 El rey de Israel y Josafat, rey de Judá, estaban sentados cada uno en su trono, con vestiduras reales, en la era que hay a la entrada de la puerta de Samar a, mientras todos los profetas, delante de ellos, se entregaban a sus trances proféticos. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y el rey de Israel y Josafat rey de Judá estaban sentados cada uno en su silla, vestidos de sus ropas reales, en la plaza junto a la entrada de la puerta de Samaria; y todos los profetas profetizaban delante de ellos. Biblia Nueva Traducción Viviente El rey Acab de Israel y Josafat, rey de Judá, vestidos con sus vestiduras reales, estaban sentados en sus respectivos tronos en el campo de trillar que está cerca de la puerta de Samaria. Todos los profetas de Acab profetizaban allí, delante de ellos. Biblia Católica (Latinoamericana) El rey de Israel y Josafat, rey de Judá, estaban sentados cada uno en su trono, en traje de ceremonia, en la era que está a la entrada de la puerta de Samaría, y todos los profetas seguían profetizando delante de ellos. La Biblia Textual 3a Edicion Y el rey de Israel y Josafat, rey de Judá, estaban sentados cada uno en su trono, vestidos con sus mantos reales, en la plaza junto a la entrada de la puerta de Samaria, y todos los profetas profetizaban ante ellos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El rey de Israel y Josafat, rey de Judá, estaban sentados cada uno en su trono, con vestiduras reales, en la era que hay a la entrada de la puerta de Samaría, mientras todos los profetas, delante de ellos, se entregaban a sus trances proféticos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el rey de Israel y Josafat rey de Judá estaban sentados cada uno en su trono, vestidos de sus ropas reales, en la plaza junto a la entrada de la puerta de Samaria; y todos los profetas profetizaban delante de ellos. |
Pasado el mediod a, se entregaron a arrebatos proféticos, hasta la hora de ofrecer la oblación; pero no hubo voz ni escucha ni respuesta.
El rey de Israel dijo a Josafat: 'Yo voy a disfrazarme para entrar en combate; pero tú ponte tus vestiduras'. Y, en efecto, el rey de Israel se disfrazó y entró en combate.
Reunió el rey de Israel a los profetas, unos cuatrocientos, y les preguntó: '¿Debo ir a atacar a Ramot de Galaad o debo renunciar?'. Y le respondieron: 'Sube; que el Se or la entregará en manos del rey'.
Llamó entonces el rey de Israel a un eunuco y le dijo: 'Tráeme en seguida a Miqueas, hijo de Yimlá'.
Si no, ¿qué salisteis a ver: un hombre vestido con refinamiento? Bien sabéis que los que visten con refinamiento están en los palacios de los reyes.
Amasad tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni la herrumbre los destruyen y donde los ladrones no perforan las paredes ni roban;
En el d a prefijado, Herodes, ataviado con la vestidura real y sentado en su trono, los estaba arengando.
Y, en efecto, al d a siguiente se presentaron Agripa y Berenice con gran pompa, entraron en la sala de audiencias con los tribunos y las personalidades importantes de la ciudad y, a una orden de Festo, compareció Pablo.