Abrahán se levantó muy de ma ana, aparejó su asno y, tomando consigo a dos de sus criados y a Isaac, su hijo, partió la le a para el holocausto y emprendió la marcha hacia el lugar que Dios le hab a indicado.
1 Reyes 2:40 - Biblia Castilian 2003 Se levantó Seme, aparejó su asno y se fue a Gat, al territorio de Aqu s, en busca de sus siervos. Fue y se trajo de Gat a sus siervos. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Entonces Simei se levantó y ensilló su asno y fue a Aquis en Gat, para buscar a sus siervos. Fue, pues, Simei, y trajo sus siervos de Gat. Biblia Nueva Traducción Viviente ensilló su burro y fue a Gat a buscarlos. Una vez que los encontró, los llevó de regreso a Jerusalén. Biblia Católica (Latinoamericana) Simei se arregló, ensilló su burro y se dirigió a Gat, donde Aquis, para recuperar a sus siervos. Luego Simei trajo de vuelta de Gat a sus siervos. La Biblia Textual 3a Edicion Y Simei se levantó, enalbardó su asno y fue a Gat, ante Aquís, para buscar a sus siervos. Fue pues Simei e hizo traer a sus siervos de Gat. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Se levantó Semeí, aparejó su asno y se fue a Gat, al territorio de Aquís, en busca de sus siervos. Fue y se trajo de Gat a sus siervos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Se levantó entonces Simeí, y enalbardó su asno, y fue a Gat, a Aquís, a procurar sus siervos. Fue, pues, Simeí, y trajo a sus siervos de Gat. |
Abrahán se levantó muy de ma ana, aparejó su asno y, tomando consigo a dos de sus criados y a Isaac, su hijo, partió la le a para el holocausto y emprendió la marcha hacia el lugar que Dios le hab a indicado.
Pero acaeció que, al cabo de tres a os, dos siervos de Seme se fugaron al territorio de Aqu s, hijo de Maacá, rey de Gat. Dieron aviso de ello a Seme en estos términos: 'Mira, tus siervos están en Gat'.
Se enteró Salomón de que Seme hab a ido desde Jerusalén a Gat y que hab a vuelto.
Entonces les dijo: 'Guardaos muy bien de toda avidez, porque no por estar uno en la abundancia los bienes que posee le garantizan la vida'.
Porque la ra z de todos los males es la afición al dinero y, por el afán de conseguirlo, algunos se han desviado de la fe y se han visto sumergidos en muchas preocupaciones angustiosas.