Respondió Seme al rey: 'Está bien; tu siervo hará conforme a lo que dice mi se or el rey'. As, Seme residió en Jerusalén mucho tiempo.
1 Reyes 2:39 - Biblia Castilian 2003 Pero acaeció que, al cabo de tres a os, dos siervos de Seme se fugaron al territorio de Aqu s, hijo de Maacá, rey de Gat. Dieron aviso de ello a Seme en estos términos: 'Mira, tus siervos están en Gat'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Pero pasados tres años, aconteció que dos siervos de Simei huyeron a Aquis hijo de Maaca, rey de Gat. Y dieron aviso a Simei, diciendo: He aquí que tus siervos están en Gat. Biblia Nueva Traducción Viviente Sin embargo, tres años después, dos esclavos de Simei se fugaron a Gat, donde reinaba Aquis, hijo de Maaca. Cuando Simei supo dónde estaban, Biblia Católica (Latinoamericana) Sin embargo, después de tres años, dos de los siervos de Simei huyeron a donde el rey de Gat, Aquis, hijo de Maacay. Le avisaron a Simei: 'Tus siervos están en Gat'. La Biblia Textual 3a Edicion Pero al cabo de tres años, aconteció que dos siervos de Simei escaparon a Gat, al rey Aquís, hijo de Maca; e informaron a Simei, diciendo: He aquí, tus siervos están en Gat. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero acaeció que, al cabo de tres años, dos siervos de Semeí se fugaron al territorio de Aquís, hijo de Maacá, rey de Gat. Dieron aviso de ello a Semeí en estos términos: 'Mira, tus siervos están en Gat'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero pasados tres años, aconteció que dos siervos de Simeí huyeron a Aquís, hijo de Maaca, rey de Gat. Y dieron aviso a Simeí, diciendo: He aquí que tus siervos están en Gat. |
Respondió Seme al rey: 'Está bien; tu siervo hará conforme a lo que dice mi se or el rey'. As, Seme residió en Jerusalén mucho tiempo.
Se levantó Seme, aparejó su asno y se fue a Gat, al territorio de Aqu s, en busca de sus siervos. Fue y se trajo de Gat a sus siervos.
No quedaron anaquitas en la tierra de los israelitas, salvo unos pocos en Gaza, en Gat y en Asdod.
Respondió el sacerdote: 'Ah tienes la espada de Goliat, el filisteo que tú mataste en el valle del Terebinto, envuelta en un pa o detrás del efod. Si la quieres tomar, tómala, pues no hay otra aqu '. Dijo entonces David: '¡Ninguna mejor! Dámela'.