Los cuervos le tra an pan y carne por la ma ana y por la tarde, y beb a del torrente.
1 Reyes 19:8 - Biblia Castilian 2003 Se levantó, comió y bebió. Y ya confortado con aquella comida, caminó cuarenta d as y cuarenta noches hasta el monte de Dios, el Horeb. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Se levantó, pues, y comió y bebió; y fortalecido con aquella comida caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta Horeb, el monte de Dios. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces se levantó, comió y bebió, y la comida le dio fuerza suficiente para viajar durante cuarenta días y cuarenta noches hasta llegar al monte Sinaí, la montaña de Dios. Biblia Católica (Latinoamericana) Comió y bebió. Confortado con ese alimento, caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta llegar al cerro de Dios, el Horeb. La Biblia Textual 3a Edicion Y él se levantó, y comió y bebió; y con la fuerza de esa comida anduvo cuarenta días y cuarenta noches hasta Horeb, el monte de Dios. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Se levantó, comió y bebió. Y ya confortado con aquella comida, caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta el monte de Dios, el Horeb. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Se levantó, pues, y comió y bebió; y con la fortaleza de aquella comida caminó cuarenta días y cuarenta noches, hasta el monte de Dios, Horeb. |
Los cuervos le tra an pan y carne por la ma ana y por la tarde, y beb a del torrente.
El ángel de Yahveh volvió por segunda vez, le tocó y le dijo: '¡Levántate y come, porque te queda mucho camino!'.
Todo el monte Sina humeaba, porque hab a descendido sobre él Yahveh en forma de fuego, y el humo sub a como la humareda de un horno. Toda la monta a retemblaba.
Penetró Moisés en el interior de la nube y subió al monte. Moisés estuvo en el monte cuarenta d as y cuarenta noches.
Apacentaba Moisés el reba o de Yetró, su suegro, sacerdote de Madián. Trashumando con el reba o por el desierto, llegó hasta la monta a de Dios, Horeb.
Moisés se quedó con Yahveh cuarenta d as y cuarenta noches; no comió pan ni bebió agua, y escribió en las tablas las palabras de la alianza, las diez palabras.
Al cabo de los diez d as, sus rostros eran más hermosos y presentaban mejor aspecto que el de los demás jóvenes que se alimentaban de los manjares reales.
Permaneció en el desierto cuarenta d as y Satanás lo puso a prueba. Estaba entre animales salvajes, y los ángeles le serv an.
durante cuarenta d as, donde fue tentado por el diablo. No comió nada en aquellos d as, pasados los cuales tuvo hambre.
Pero él me dijo: 'Te basta mi gracia; pues mi poder se manifiesta en la flaqueza'. Muy a gusto, pues, me gloriaré de mis flaquezas, para que en m resida el poder de Cristo.
Luego me postré ante Yahveh y, como antes, no com pan ni beb agua durante cuarenta d as y cuarenta noches, por todos los pecados que hab ais cometido al hacer el mal a los ojos de Yahveh hasta provocar su irritación.