Cuando Ajitófel vio que no se hab a seguido su consejo, aparejó el asno, emprendió el camino y se fue a su casa, a su ciudad; después de disponer de sus cosas, se ahorcó y murió. Fue sepultado en el sepulcro de su padre.
1 Reyes 16:18 - Biblia Castilian 2003 Cuando vio Zimr que la ciudad estaba tomada, se retiró a la ciudadela del palacio real, la prendió fuego y as pereció, Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Mas viendo Zimri tomada la ciudad, se metió en el palacio de la casa real, y prendió fuego a la casa consigo; y así murió, Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando Zimri vio que la ciudad había sido tomada, entró en la ciudadela del palacio, estando él adentro le prendió fuego y murió entre las llamas. Biblia Católica (Latinoamericana) Cuando Zimri vio que la ciudad estaba a punto de caer, se encerró en la fortaleza del palacio, le prendió fuego y así murió en el incendio del palacio. La Biblia Textual 3a Edicion Y sucedió que al ver que la ciudad había sido capturada, Zimri entró en la parte fortificada de la casa real y prendió fuego a la casa real con él adentro, y así murió, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando vio Zimrí que la ciudad estaba tomada, se retiró a la ciudadela del palacio real, la prendió fuego y así pereció, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y sucedió que cuando Zimri vio que la ciudad era tomada, se metió en el palacio de la casa real, y prendió fuego a la casa sobre sí; y así murió. |
Cuando Ajitófel vio que no se hab a seguido su consejo, aparejó el asno, emprendió el camino y se fue a su casa, a su ciudad; después de disponer de sus cosas, se ahorcó y murió. Fue sepultado en el sepulcro de su padre.
Inmediatamente, Omr, acompa ado de todo Israel, subieron desde Guibetón y sitiaron Tirsá.
Su ayudante Pécaj, hijo de Romel as, conspiró contra él y lo mató en Samar a, en la torre del palacio real, as como a Argob y Arié. Estaban con Pécaj cincuenta hombres de Galaad. Le dio muerte y se proclamó rey en su lugar.
Cuando Jehú entraba por la puerta, le dijo ella: '¿Está bien Zimr, el asesino de su se or?'.
Entonces él arrojó las monedas de plata contra el templo, se marchó y se ahorcó.
Él llamó de inmediato a su joven escudero y le dijo: 'Saca tu espada y remátame, para que nadie diga de m: 'Una mujer lo ha matado''. Su escudero lo traspasó, y él murió.