Y dio aquel mismo d a una se al, diciendo: 'Ésta es la se al de que es Yahveh quien habla: el altar se romperá, y se derramará la ceniza que hay sobre él'.
1 Reyes 13:5 - Biblia Castilian 2003 El altar se rompió y la ceniza del altar se derramó, conforme a la se al que hab a dado el varón de Dios por orden de Yahveh. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y el altar se rompió, y se derramó la ceniza del altar, conforme a la señal que el varón de Dios había dado por palabra de Jehová. Biblia Nueva Traducción Viviente En ese mismo momento, se produjo una enorme grieta en el altar y las cenizas se desparramaron, tal como el hombre de Dios había predicho en el mensaje que recibió del Señor. Biblia Católica (Latinoamericana) El altar se rompió y la ceniza del altar se desparramó; esa era la señal que había dado el hombre de Dios por orden de Yavé. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces el altar se partió, y la ceniza grasienta se derramó del altar, conforme a la señal que el varón de Dios había dado por mandato de YHVH. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El altar se rompió y la ceniza del altar se derramó, conforme a la señal que había dado el varón de Dios por orden de Yahveh. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el altar se rompió, y se derramó la ceniza del altar, conforme a la señal que el varón de Dios había dado por palabra de Jehová. |
Y dio aquel mismo d a una se al, diciendo: 'Ésta es la se al de que es Yahveh quien habla: el altar se romperá, y se derramará la ceniza que hay sobre él'.
Al o r el rey Jeroboán lo que el varón de Dios gritaba contra el altar de Betel, extendió su mano desde encima del altar y dijo: '¡Prendedlo!'. Pero se le secó la mano que hab a extendido contra él y no pudo volverla hacia s.
Entonces el rey, tomando la palabra dijo al varón de Dios: 'Implora, por favor, a Yahveh, tu Dios, e intercede por m, para que mi mano vuelva hacia m '. Imploró el varón de Dios a Yahveh, y al punto la mano del rey se volvió hacia él y quedó como hab a estado antes.
sin que se acabara la harina en la orza, ni se agotara el aceite en la alcuza, conforme al oráculo que Yahveh hab a pronunciado por medio de El as.
Contestó Miqueas: 'Si tú vuelves en paz, es que Yahveh no ha hablado por m '.
Arreció el combate aquel d a y el rey se mantuvo erguido en el carro frente a los arameos, hasta que murió al atardecer. La sangre de la herida corr a hasta el fondo del carro.
el d a en que yo castigue a Israel por los cr menes que pesan sobre él, me vengaré de los altares de Betel: serán cortados los cuernos del altar y caerán por tierra.
Ellos luego fueron a predicar por todas partes, cooperando el Se or con ellos y confirmando su palabra con las se ales que la acompa aban].
Si el profeta habla en nombre de Yahveh, pero no se cumple ni se realiza lo que dice, Yahveh no ha dicho esa palabra. El profeta habló por arrogancia. No le temas.