Salieron los amonitas y se pusieron en orden de combate a la entrada de la puerta, mientras que los arameos de Sobá y de Rejob, y los hombres de Tob y de Maacá, estaban aparte en campo abierto.
1 Reyes 11:23 - Biblia Castilian 2003 Dios le suscitó también otro enemigo: Rezón, hijo de Elyadá, que hab a huido de su se or, Hadadézer, rey de Sobá. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Dios también levantó por adversario contra Salomón a Rezón hijo de Eliada, el cual había huido de su amo Hadad-ezer, rey de Soba. Biblia Nueva Traducción Viviente Dios también levantó a Rezón, hijo de Eliada, como adversario de Salomón. Rezón había huido de su amo, el rey Hadad-ezer de Soba, Biblia Católica (Latinoamericana) Dios le dio otro adversario a Salomón, Rezón hijo de Elyadá. Había huido de la casa de su patrón Hadadecer, rey de Soba, La Biblia Textual 3a Edicion ’Elohim también le levantó como adversario a Rezón hijo de Eliada, quien había huido de su señor Hadad-ezer, rey de Soba. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dios le suscitó también otro enemigo: Rezón, hijo de Elyadá, que había huido de su señor, Hadadézer, rey de Sobá. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Dios le levantó otro adversario, Rezón, hijo de Eliada, el cual había huido de su amo Hadad-ezer, rey de Soba. |
Salieron los amonitas y se pusieron en orden de combate a la entrada de la puerta, mientras que los arameos de Sobá y de Rejob, y los hombres de Tob y de Maacá, estaban aparte en campo abierto.
Y a adió David a Abisay y a todos sus servidores: 'Si mi hijo, que salió de mis entra as, atenta contra mi vida, ¿cuánto más ahora un benjaminita? Dejadle que me siga maldiciendo, pues se lo manda Yahveh.
David batió también a Hadadézer, hijo de Rejob, rey de Sobá, cuando éste iba a establecer su dominio sobre el R o.
Los arameos de Damasco acudieron en ayuda de Hadadézer, rey de Sobá, pero David les hizo veintidós mil bajas.
Además, el rey David tomó de Tébaj y de Berotay, ciudades de Hadadézer, gran cantidad de bronce.
Yahveh suscitó un enemigo a Salomón: el edomita Hadad, de la estirpe real de Edom.
Respondióle el Faraón: '¿Qué te falta a mi lado, para que quieras volver a tu pa s?'. Él respondió: 'Nada; pero déjame partir'.
Entonces Asá tomó cuanta plata y oro quedaba en el tesoro del templo de Yahveh y en el del palacio real y se los entregó a sus servidores, para que se los llevasen a Ben Hadad, hijo de Tabrimón, hijo de Jezión, rey de Aram, que resid a en Damasco, con este propósito:
Cuando vieron los amonitas que se hab an hecho odiosos a David, Janún y los amonitas enviaron mil talentos de plata para tomar a sueldo carros y jinetes de Aram Naharáin, de Aram de Maacá y de Sobá.
El a o primero de Ciro, rey de Persia, en cumplimiento del oráculo de Yahveh pronunciado por Jerem as, excitó Yahveh el esp ritu de Ciro, rey de Persia, quien hizo publicar de viva voz y también por escrito, por todo su reino, este decreto:
Aqu estoy suscitando contra ellos a los medos, que no estiman la plata ni aprecian el oro.
¿Pero nunca lo has o do? Desde lejanos tiempos lo tengo preparado, desde tiempos remotos lo hab a planeado, y ahora lo voy a ejecutar. Tú redujisite a montones de ruinas ciudades fortificadas;
Yo, Yahveh, y nadie más; fuera de m no hay ningún dios. Te ci o sin que me conozcas,
Avanzarás contra mi pueblo Israel como un nublado que cubre la tierra. Será en los últimos d as. Te traeré contra mi pa s, para que me conozcan las naciones cuando muestre mi santidad ante sus ojos por medio de ti, Gog'.