Mientras los sacaban fuera, le dijeron: 'Escapa, por tu vida. No mires atrás, ni te detengas en toda la llanura. Escapa al monte, si no quieres perecer'.
1 Reyes 1:12 - Biblia Castilian 2003 Ven, pues, que te voy a dar un consejo para que salves tu vida y la de tu hijo Salomón: Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Ven pues, ahora, y toma mi consejo, para que conserves tu vida, y la de tu hijo Salomón. Biblia Nueva Traducción Viviente Si deseas salvar tu vida y la de tu hijo Salomón, sigue mi consejo. Biblia Católica (Latinoamericana) Ahora te doy un consejo si es que quieres salvar tu cabeza y la de tu hijo Salomón. La Biblia Textual 3a Edicion Ahora pues, ven, te daré un consejo para que salves tu vida y la vida de tu hijo Salomón: Biblia Serafín de Ausejo 1975 Ven, pues, que te voy a dar un consejo para que salves tu vida y la de tu hijo Salomón: Biblia Reina Valera Gómez (2023) Ven pues, ahora, y toma mi consejo, para que salves tu vida, y la vida de tu hijo Salomón. |
Mientras los sacaban fuera, le dijeron: 'Escapa, por tu vida. No mires atrás, ni te detengas en toda la llanura. Escapa al monte, si no quieres perecer'.
ve, preséntate al rey David y dile: '¡Oh rey, mi se or! ¿No hab as jurado tú a tu sierva: ciertamente que tu hijo Salomón reinará después de m y se sentará en mi trono? ¿Por qué, pues, Adon as se proclama rey?'.
Porque puede ocurrir que, cuando mi se or el rey haya descansado con sus padres, yo y mi hijo Salomón seamos considerados como culpables'.
Al ver Atal a, madre de Ocoz as, que su hijo hab a muerto, exterminó a toda la estirpe real.
Jorán se alzó, pues, sobre el reino de su padre. Pero, cuando se afianzó en él, pasó a cuchillo a todos sus hermanos y también a algunos de los jefes de Israel.
Entonces Atal a, madre de Ocoz as, al ver que su hijo hab a muerto, exterminó a toda la estirpe real de la casa de Judá.
Un pueblo sin gobierno va a la ruina, el éxito depende de los muchos consejeros.
Donde falta consejo fracasan los planes, con muchos consejeros llegan a buen fin.
El perfume y el incienso alegran el corazón, la dulzura de la amistad alivia el alma.
Jerem as dijo a Sedec as: 'Si te lo digo, seguramente me harás matar; y si te doy un consejo, no me vas a escuchar'.
Pero los vi adores, cuando vieron al hijo, se dijeron entre s: 'Éste es el heredero. Vamos a matarlo y nos quedaremos con su heredad'.
dijo Pablo al centurión y a los soldados: 'Si ésos no se quedan en la nave, vosotros no podréis salvaros'.
Se dirigió entonces a casa de su padre, en Ofrá, y asesinó a sus hermanos, hijos de Yerubaal, setenta hombres, sobre una misma piedra. Sólo se salvó Jotán, el hijo menor de Yerubaal, porque logró ocultarse.