1 Pedro 1:5 - Biblia Castilian 2003 que por el poder de Dios habéis sido custodiados, mediante la fe, para la salvación, dispuesta ya a manifestarse en el momento final. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero. Biblia Nueva Traducción Viviente Por la fe que tienen, Dios los protege con su poder hasta que reciban esta salvación, la cual está lista para ser revelada en el día final, a fin de que todos la vean. Biblia Católica (Latinoamericana) Y los protege el poder de Dios, por medio de la fe, con miras a la salvación que nos tiene preparada para los últimos tiempos. La Biblia Textual 3a Edicion que sois guardados° por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación, que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero, en lo cual os alegráis grandemente.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 que por el poder de Dios habéis sido custodiados, mediante la fe, para la salvación, dispuesta ya a manifestarse en el momento final. Biblia Reina Valera Gómez (2023) que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para la salvación que está lista para ser manifestada en el tiempo postrero. |
pues el Se or ama lo recto y no deja en la brecha a sus amigos. Mientras éstos perduran, la raza del imp o es extirpada. Ain
Israel es salvado por Yahveh con salvación eterna. No seréis avergonzados ni abochornados por los siglos de los siglos.
Alzad los ojos al cielo y mirad abajo a la tierra: que el cielo como humo se disipa, la tierra como vestido se desgasta, sus habitantes como moscas perecen; pero mi salvación estará por siempre y mi justicia no declinará.
Mas ningún arma forjada contra ti tendrá éxito, y toda lengua que se alce contra ti en juicio la declararás culpable. Ésta es la herencia de los siervos de Yahveh, y las victorias que les concedo - dice Yahveh -.
Pues como el cielo nuevo y la nueva tierra que yo hago permanecen ante m - dice Yahveh -, as permanecerá vuestra estirpe y vuestro nombre.
Y pondré al frente de ellas pastores que las apacentarán de tal modo que no temerán más ni se asustarán ni se perderá ninguna' - oráculo de Yahveh -.
Sellaré con ellos una alianza eterna, por la que no cesaré de hacerles bien. Infundiré mi temor en su corazón, para que no se aparten de m.
El que me rechaza y no recibe mis palabras tiene ya quien lo condene: la palabra que yo he anunciado, ésa lo condenará en el último d a.
pero el que beba del agua que yo le daré, ya no tendrá sed jamás, pues el agua que yo le daré se convertirá, dentro de él, en manantial de agua que brote para vida eterna'.
De verdad os aseguro: quien escucha mi palabra y cree a aquel que me envió, tiene vida eterna y no va a juicio, sino que ha pasado de la muerte a la vida.
Muy bien: por su incredulidad fueron desgajadas, mientras que tú estás firme por la fe. Pero no presumas tanto, sino más bien teme.
Yo tengo para m que los sufrimientos del tiempo presente no merecen compararse con la gloria venidera que se revelará en nosotros.
Y porque el mundo no conoció, mediante su sabidur a, a Dios en la sabidur a de Dios, quiso Dios salvar, mediante la necedad del mensaje de la predicación, a los que tienen fe.
No es que pretendamos dominar con imperio en vuestra fe, sino que colaboramos con vuestra alegr a, pues estáis cimentados en la fe.
Y ya no vivo yo; es Cristo quien vive en m. Y respecto del vivir ahora en carne, vivo en la fe del Hijo de Dios, que me amó y se entregó a s mismo por m.
Pues por la gracia habéis sido salvados mediante la fe; y esto no proviene de vosotros: es don de Dios;
para que Cristo habite, mediante la fe, en vuestro corazón y para que, arraigados y cimentados en el amor,
con la firme esperanza de que el que empezó entre vosotros la obra buena, la irá llevando a su término hasta el d a de Cristo Jesús.
Y la paz de Dios, que está por encima de todo juicio, custodiará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
y de que desde ni o conoces las Sagradas Escrituras, que tienen el poder de instruirte para la salvación por la fe en Cristo Jesús.
mientras aguardamos la bienaventurada esperanza, o sea, la aparición gloriosa del gran Dios y Salvador nuestro, Cristo Jesús,
que no seáis remisos, sino que imitéis a los que por la fe y la constancia han heredado las promesas.
as también Cristo, ofrecido una sola vez para quitar los pecados de muchos, se aparecerá, la segunda vez, sin relación ya con el pecado, a los que a él aguardan, para darles la salvación.
Por tanto, con ánimo dispuesto y vigilante, poned toda vuestra esperanza en la gracia que os llegará cuando Jesucristo se manifieste.
Más bien, a medida que tomáis parte en los padecimientos de Cristo, alegraos, para que también en la revelación de su gloria exultéis de gozo.
As, pues, a los presb teros que están entre vosotros los exhorto yo, presb tero como ellos, con ellos testigo de los padecimientos de Cristo y con ellos participante de la gloria que se ha de revelar:
Su divino poder nos ha concedido todo lo referente a la vida y a la religión mediante el conocimiento del que nos llamó por su propia gloria y honor,
Queridos m os, ahora somos hijos de Dios, aunque todav a no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal como es.
Judas, siervo de Jesucristo y hermano de Santiago, a los que fueron llamados, amados en Dios Padre y guardados en Jesucristo:
A aquel que puede guardaros sin pecado y presentaros ante su gloria irreprensibles con júbilo;
Él guarda los pasos de sus fieles, mientras que los imp os perecen en tinieblas, porque no por su fuerza triunfa el hombre.