voy a concederte lo que pides: te daré un corazón tan sabio e inteligente como no ha habido otro antes de ti ni lo habrá después de ti.
1 Juan 5:14 - Biblia Castilian 2003 Y ésta es la plena confianza que tenemos en él: que si pedimos algo según su voluntad, nos oye. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Biblia Nueva Traducción Viviente Y estamos seguros de que él nos oye cada vez que le pedimos algo que le agrada; Biblia Católica (Latinoamericana) Con él tenemos la certeza de que, si le pedimos algo conforme a su voluntad, nos escuchará. La Biblia Textual 3a Edicion Y ésta es la confianza que tenemos ante Él: que cuando pidamos algo conforme a su voluntad, Él nos escucha. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y ésta es la plena confianza que tenemos en él: que si pedimos algo según su voluntad, nos oye. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y esta es la confianza que tenemos en Él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, Él nos oye. |
voy a concederte lo que pides: te daré un corazón tan sabio e inteligente como no ha habido otro antes de ti ni lo habrá después de ti.
haciendo que llegue hasta él el gemido del débil y escuche el grito de los pobres.
pero su ce o se posa en los malvados Pe para borrar del mundo su memoria.
Los humildes, al verlo, gozarán: los que buscáis a Dios, arriba los corazones,
Al malvado se le cumplen sus temores; los justos ven colmados sus deseos.
llámame y te responderé; te anunciaré cosas grandes e inaccesibles que tú no conoces.
Yo bien sab a que me escuchas siempre; pero lo he dicho por esta gente que me rodea, para que crean que tú me has enviado'.
Y lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.
Si permanecéis en m y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis, y os será concedido.
Hasta ahora no habéis pedido nada en mi nombre; pedid y recibiréis, y as vuestra alegr a será plena'.
Sabemos que Dios no escucha a los pecadores; sino que al hombre temeroso de Dios y cumplidor de su voluntad, a ése es a quien escucha.
en el cual tenemos la confiada libertad y el acceso seguro por medio de la fe en él.
No perdáis, pues, vuestra segura confianza, ya que ésta lleva consigo una gran recompensa.
Porque hemos sido asociados a Cristo, a condición de que mantengamos firme hasta el final la confianza del principio.
Cristo, por el contrario, en su calidad de Hijo, está al frente de su propia casa: casa que somos nosotros, con tal de que mantengamos [firme hasta el final] la confianza y la gozosa satisfacción de la esperanza.
Ped s y no recib s, porque ped s mal, para gastarlo en vuestras pasiones.
Confesaos, pues, los pecados unos a otros; orad unos por otros para ser curados. La oración asidua del justo tiene mucho poder.
Y ahora, hijitos, permaneced en él, para que, cuando se manifieste, tengamos plena confianza y en su parus a no nos veamos avergonzados, lejos de él.