Os lo aseguro: habrá menos rigor para la tierra de Sodoma y Gomorra en el d a del juicio que para esa ciudad.
1 Juan 4:17 - Biblia Castilian 2003 En esto culmina el amor entre nosotros: en que tengamos plena confianza en el d a del juicio; porque tal como es él, somos también nosotros en este mundo. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio; pues como él es, así somos nosotros en este mundo. Biblia Nueva Traducción Viviente y al vivir en Dios, nuestro amor crece hasta hacerse perfecto. Por lo tanto, no tendremos temor en el día del juicio, sino que podremos estar ante Dios con confianza, porque vivimos como vivió Jesús en este mundo. Biblia Católica (Latinoamericana) Cuando el amor alcanza en nosotros su perfección, miramos con confianza al día del juicio, porque ya somos en este mundo como es El. La Biblia Textual 3a Edicion En esto ha llegado a la perfección el amor entre nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio: que como Él° es, así somos nosotros en el mundo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 En esto culmina el amor entre nosotros: en que tengamos plena confianza en el día del juicio; porque tal como es él, somos también nosotros en este mundo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) En esto es perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio; pues como Él es, así somos nosotros en este mundo. |
Os lo aseguro: habrá menos rigor para la tierra de Sodoma y Gomorra en el d a del juicio que para esa ciudad.
Ya es bastante que el disc pulo llegue a ser como su maestro, y el esclavo como su se or. Si al se or de la casa lo han llamado Beelzebul, ¡cuánto más a los que viven con él!
Por eso, os digo: en el d a del juicio, habrá menos rigor para Tiro y Sidón que para vosotras.
Por eso os digo: en el d a del juicio habrá menos rigor para la tierra de Sodoma que para ti'.
Pero yo os aseguro que de toda palabra dicha sin fundamento que hayan proferido los hombres tendrán que dar cuenta en el d a del juicio.
Acordaos de la palabra que os he dicho: el esclavo no es mayor que su se or. Si a m me han perseguido, también a vosotros os perseguirán; si han guardado mi palabra, guardarán también la vuestra.
La gloria que me has dado yo se la he dado a ellos, para que sean uno, como nosotros somos uno.
Porque a los que de antemano conoció, también de antemano los destinó a reproducir la imagen de su Hijo, para que éste fuera el primogénito entre muchos hermanos.
Y as como es destino de los hombres morir una sola vez y, tras de esto, el juicio,
Tendrá un juicio sin misericordia quien no tuvo misericordia. La misericordia prevalece sobre el juicio.
Ya lo ves: la fe actuaba juntamente con las obras y por las obras se hizo perfecta la fe.
El Se or sabe librar de la prueba a los piadosos y reservar para el castigo hasta el d a del juicio a los imp os,
Pero el cielo y la tierra de ahora están guardados por la misma palabra, reservados para el fuego en el d a del juicio y de la destrucción de los imp os.
Y ahora, hijitos, permaneced en él, para que, cuando se manifieste, tengamos plena confianza y en su parus a no nos veamos avergonzados, lejos de él.
En el que guarda su palabra, en éste verdaderamente ha llegado a su plenitud el amor de Dios. En esto conocemos que estamos en él.
Ved qué gran amor nos ha dado el Padre: que nos llamemos hijos de Dios. ¡Y lo somos! Por eso no os conoce el mundo, porque no lo conoció a él.
Hijitos, que nadie os extrav e. El que practica la justicia es justo, como justo es él.
A Dios nadie lo ha visto jamás. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor ha llegado en nosotros a su plenitud.