Cuando los hijos de Jacob regresaron del campo y supieron lo acaecido se indignaron y montaron en cólera, porque se hab a cometido una infamia en Israel: haberse acostado uno con una hija de Jacob, cosa que no se deb a hacer.
1 Crónicas 21:8 - Biblia Castilian 2003 Dijo entonces David a Dios: 'He cometido un gran pecado por haber hecho este censo. Ahora perdona la iniquidad de tu siervo, pues he obrado muy neciamente'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Entonces dijo David a Dios: He pecado gravemente al hacer esto; te ruego que quites la iniquidad de tu siervo, porque he hecho muy locamente. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces David le dijo a Dios: «He pecado grandemente al haber hecho el censo. Te ruego que perdones mi culpa por haber cometido esta tontería». Biblia Católica (Latinoamericana) David, entonces, dijo a Yavé: 'He cometido un gran pecado haciendo esto. Pero ahora perdona, te ruego, la falta de tu siervo, pues he sido muy estúpido. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces dijo David a Ha-’Elohim: He pecado gravemente al hacer esto. Pero ahora te ruego que quites la iniquidad de tu siervo, porque he obrado muy neciamente. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dijo entonces David a Dios: 'He cometido un gran pecado por haber hecho este censo. Ahora perdona la iniquidad de tu siervo, pues he obrado muy neciamente'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y dijo David a Dios: He pecado gravemente en hacer esto; te ruego que hagas pasar la iniquidad de tu siervo, porque yo he hecho muy locamente. |
Cuando los hijos de Jacob regresaron del campo y supieron lo acaecido se indignaron y montaron en cólera, porque se hab a cometido una infamia en Israel: haberse acostado uno con una hija de Jacob, cosa que no se deb a hacer.
Dijo entonces David a Natán: 'He pecado contra Yahveh'. A lo que replicó Natán: 'Yahveh ha perdonado tu pecado; no morirás.
¿A dónde ir a yo con mi deshonra? Y tú ser as un infame en Israel. Habla, por favor, con el rey, que no se negará a entregarme a ti'.
Pero a David le remord a el corazón por haber hecho el censo del pueblo y dijo a Yahveh: 'He cometido un gran pecado en lo que he hecho. Perdona, pues, ahora, oh Yahveh, la falta de tu siervo, porque he obrado muy neciamente'.
Y les preguntó: '¿Qué me aconsejáis vosotros que responda a este pueblo que me ha hablado as: 'Aligera tú el yugo que nos impuso tu padre?''.
Te confesé mis faltas y no encubr mis culpas, pensando: 'Confesaré mis yerros al Se or', y tú me perdonaste el mal de mi pecado. Selah
Pero reconoce tu culpa, pues contra Yahveh, tu Dios, te has rebelado, has prodigado tus andanzas con los extranjeros bajo todo árbol frondoso y no habéis escuchado mi voz - oráculo de Yahveh -.
Al d a siguiente, Juan ve a Jesús que viene hacia él, y entonces dice: 'Éste es el Cordero de Dios, el que quita el pecado del mundo.
Si confesamos nuestros pecados, fiel es y justo para perdonarnos los pecados y para purificarnos de toda iniquidad.
Replicó Samuel a Saúl: 'Te has comportado como un necio. No has observado el mandato que Yahveh, tu Dios, te impuso. Yahveh estaba dispuesto a confirmar tu realeza sobre Israel para siempre.
Respondió Saúl: 'He pecado. Vuélvete, hijo m o, David, pues no te volveré a hacer mal, ya que mi vida ha sido hoy preciosa a tus ojos. He obrado como un insensato y me he enga ado por completo'.