No lo anunciéis en Gat, ni lo publiquéis en las plazas de Ascalón, para que no se alegren las hijas de los filisteos, para que no salten de gozo las hijas de los incircuncisos.
1 Crónicas 10:9 - Biblia Castilian 2003 Lo despojaron y se llevaron su cabeza y sus armas; y enviaron emisarios por todo el pa s de los filisteos para comunicar la buena nueva a sus dolos y al pueblo. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y luego que le despojaron, tomaron su cabeza y sus armas, y enviaron mensajeros por toda la tierra de los filisteos para dar las nuevas a sus ídolos y al pueblo. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces le quitaron la armadura a Saúl y le cortaron la cabeza. Luego proclamaron las buenas noticias de la muerte de Saúl ante sus ídolos y a la gente en toda la tierra de Filistea. Biblia Católica (Latinoamericana) Despojándolo, se llevaron su cabeza y sus armas, y mandaron anunciar la buena nueva por todo el país de los filisteos, en medio de sus ídolos y de toda su gente. La Biblia Textual 3a Edicion Y lo despojaron, y le arrancaron la cabeza y las armas, y enviaron a proclamar la noticia por toda la tierra de los filisteos entre sus ídolos y entre el pueblo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Lo despojaron y se llevaron su cabeza y sus armas; y enviaron emisarios por todo el país de los filisteos para comunicar la buena nueva a sus ídolos y al pueblo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y luego que le despojaron, tomaron su cabeza y sus armas, y enviaron mensajeros por toda la tierra de los filisteos, para dar las nuevas a sus ídolos y al pueblo. |
No lo anunciéis en Gat, ni lo publiquéis en las plazas de Ascalón, para que no se alegren las hijas de los filisteos, para que no salten de gozo las hijas de los incircuncisos.
Expusieron las armas de Saúl en el templo de su dios y clavaron la cabeza en el templo de Dagón.
Dijo entonces Saúl a su escudero: 'Desenvaina tu espada y atraviésame con ella, no sea que lleguen esos incircuncisos y hagan escarnio de m '. Pero no quiso acceder el escudero, por el gran temor que sent a. Saúl tomó entonces su propia espada y se dejó caer sobre ella.
Al d a siguiente llegaron los filisteos para despojar a los muertos, y encontraron a Saúl y a sus hijos tendidos en el monte Gelboé.
Te has alzado contra el Se or del cielo; has hecho que te trajeran los vasos de su casa, y habéis bebido vino en ellos tú y tus magnates, tus mujeres y tus concubinas; has venerado a los dioses de plata y de oro, de bronce, de hierro, de madera y de piedra, que no ven, ni oyen, ni entienden, y no has glorificado al Dios que tiene en su mano tu hálito vital y todos tus caminos.
Trajeron su cabeza en una bandeja, se la entregaron a la muchacha, y ella se la llevó a su madre.