El que guarda la higuera come su fruto, el que atiende a su se or será estimado.
1 Corintios 9:7 - Biblia Castilian 2003 ¿Quién es el que se alista en un ejército a sus propias expensas? ¿Quién planta una vi a y no come de sus frutos? ¿Quién pastorea un reba o y no toma su leche? Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 ¿Quién fue jamás soldado a sus propias expensas? ¿Quién planta viña y no come de su fruto? ¿O quién apacienta el rebaño y no toma de la leche del rebaño? Biblia Nueva Traducción Viviente ¿Qué soldado tiene que pagar sus propios gastos? ¿Qué agricultor planta un viñedo y no tiene derecho a comer de su fruto? ¿A qué pastor que cuida de su rebaño de ovejas no se le permite beber un poco de la leche? Biblia Católica (Latinoamericana) ¿Qué soldado va a la guerra a sus propias expensas? ¿Quién planta una viña y no come de sus frutos? ¿Quién cuida ovejas y no se alimenta con la leche del rebaño? La Biblia Textual 3a Edicion ¿Quién militó jamás a sus propias expensas? ¿Quién planta una viña y no come de su fruto? ¿O quién apacienta un rebaño y no se alimenta de la leche del rebaño? Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¿Quién es el que se alista en un ejército a sus propias expensas? ¿Quién planta una viña y no come de sus frutos? ¿Quién pastorea un rebaño y no toma su leche? Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¿Quién jamás fue a la guerra a sus propias expensas? ¿Quién planta viña, y no come de su fruto? ¿O quién apacienta el rebaño, y no se alimenta de la leche del rebaño? |
El que guarda la higuera come su fruto, el que atiende a su se or será estimado.
y abundante leche de cabra para saciarte, para saciar a tu casa y mantener a tus criadas.
Mi vi a, la que es m a, la retengo. Para ti, Salomón, los mil siclos, y da doscientos a los guardas.
Y por la abundancia de leche, se comerá cuajada; pues cuajada y miel comerá todo el que quede en el pa s.
Tened cuidado de vosotros mismos y de toda la grey, en la cual el Esp ritu Santo os ha constituido inspectores para pastorear la Iglesia de Dios que él se adquirió con su propia sangre.
y comerá una porción igual a la de los otros, aparte de lo que reciba por la venta de sus bienes patrimoniales.
¿Hay alguno que haya plantado una vi a y no la haya vendimiado todav a? Que se vaya y vuelva a su casa; no sea que muera en el combate y la vendimie otro.
Te transmito estas instrucciones, hijo m o Timoteo, teniendo en cuenta las profec as un tiempo pronunciadas sobre ti, para que, apoyado en ellas, puedas combatir el buen combate,
Combate el buen combate de la fe; conquista la vida eterna a la que has sido llamado y de la que has hecho tan bella confesión en presencia de muchos testigos.
He combatido el buen combate, he llegado a la meta de la carrera, he guardado la fe.
apacentad el reba o de Dios que está entre vosotros, vigilando, no obligados por la fuerza, sino de buen grado, según Dios; y no por sórdida ganancia, sino con generosidad;