Al imp o dice Dios: ¿Qué tienes tú que mencionar mis leyes y llevar en tu boca mi alianza,
1 Corintios 9:27 - Biblia Castilian 2003 al contrario, doy pu etazos a mi cuerpo y lo arrastro como a vencido, no sea que después de predicar a los demás quede yo descalificado. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado. Biblia Nueva Traducción Viviente Disciplino mi cuerpo como lo hace un atleta, lo entreno para que haga lo que debe hacer. De lo contrario, temo que, después de predicarles a otros, yo mismo quede descalificado. Biblia Católica (Latinoamericana) Castigo mi cuerpo y lo tengo bajo control, no sea que después de predicar a otros yo me vea eliminado. La Biblia Textual 3a Edicion sino que trato con severidad mi cuerpo, y lo reduzco a servidumbre; no sea que, habiendo predicado a otros, yo mismo quede desaprobado. Biblia Serafín de Ausejo 1975 al contrario, doy puñetazos a mi cuerpo y lo arrastro como a vencido, no sea que después de predicar a los demás quede yo descalificado. Biblia Reina Valera Gómez (2023) sino que sujeto mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre; no sea que habiendo predicado a otros, yo mismo venga a ser reprobado. |
Al imp o dice Dios: ¿Qué tienes tú que mencionar mis leyes y llevar en tu boca mi alianza,
Las corolas y los brazos formaban cuerpo con el candelabro, todo ello de una pieza de oro puro, trabajada a martillo.
esta viuda me está molestando, as que le haré justicia, para que me deje en paz y cese de fastidiarme''.
Porque, ¿qué provecho saca un hombre ganando el mundo entero, si se echa a perder o se malogra a s mismo?
para ocupar el puesto de este ministerio y apostolado, del cual desertó Judas para irse al lugar que le correspond a'.
Pues si viv s según la carne moriréis; pero si, por el Esp ritu, dais muerte a las malas acciones del cuerpo, viviréis.
Por eso, si un alimento es escándalo para mi hermano, no comeré carne jamás, para no hacer tropezar a mi hermano.
Todo atleta se disciplina en todo: ellos, para llevarse una corona que se marchita; nosotros, una que no se marchita.
en trabajo y agotamiento; sin poder muchas veces dormir; en hambre y sed; con frecuencia, sin poder comer; en fr o y desnudez.
Haced morir, pues, cuanto hay de terreno en vosotros: lujuria, impureza, pasión, deseo malo, y la sed de lucro, que es una idolatr a.
Huye de las ambiciones juveniles. Practica la justicia, la fidelidad, el amor, la paz con los que invocan al Se or con corazón puro.
Queridos hermanos, os exhorto a que, como extranjeros y peregrinos, os abstengáis de los deseos puramente humanos que combaten contra el alma.
Abandonando el camino recto, se extraviaron siguiendo la senda de Balaán, hijo de Beor, quien apeteció un salario inicuo,